Los ferrocarriles alemanes empiezan hoy una huelga de cinco días hasta el próximo lunes 29 de enero. Es la última movilización de los maquinistas de los ferrocarriles públicos en una serie en reivindicación de menos horas de trabajo, mejores condiciones laborales y más salarios. El sindicato GDL afirmó que acaba de rechazar una oferta que había hecho la empresa, Deutsche Bahn (DB), al considerarla insuficiente (Sin precedentes: paran tres días los trenes alemanes).
La cuestión más crítica en el enfrentamiento es la exigencia del sindicato de que la jornada de los trabajadores se reduzca de 38 a 35 horas semanales, sin reducción salarial.
La última huelga que tuvo lugar a principios de enero, según la versión de la empresa, tuvo un seguimiento muy elevado, dado que apenas el 20 por ciento de los trenes llegaron a circular.
Ahora DB dijo que va a emplear trenes más largos en los escasos movimientos que se puedan llegar a hacer, para mejorar la capacidad para los pasajeros. La compañía, sin embargo, no asegura que se vaya a poder garantizar el traslado de los pasajeros, pidiendo que la gente no viaje.
Alemania, como muchos países europeos, confía notablemente en el ferrocarril y los modos de transporte alternativos no están en condiciones de reemplazar al tren, especialmente en las grandes ciudades y en las grandes líneas.
En España ésto no sucedería, gobierne pe o pa, monta tanto, tanto monta, decretan un 85% de servicios mínimos, y así se mantiene tranquila a la "parroquia" electoral.