Las agencias de viajes buscan a la desesperada firmar con Ryanair

Las agencias de viajes que operan en Internet vieron en los primeros días de enero cómo los billetes de Ryanair desaparecían de sus buscadores. Como publicó en primicia Preferente, la low cost irlandesa desconectó sin mediar palabra a todas las OTA, así como a los portales de las agencias convencionales (Ryanair desaparece de las agencias de viajes de España).

La polémica decisión, que pilló por sorpresa a los propios ejecutivos de las empresas de intermediación turística, llegó después de años de intensos enfrentamientos, con un sinfín de demandas en las dos direcciones, en los que la aerolínea ha intentado por todos los medios redirigir las ventas a sus canales directos.

Con independencia de las amenazas de denuncia de varias organizaciones empresariales del sector, que previsiblemente recurrirán a la judicialización del conflicto para defender los intereses de sus asociados, las agencias de viajes, tanto OTA como grandes redes, están buscando a la desesperada firmar con Ryanair para reconducir la situación.

Fuentes expertas consultadas por Preferente revelan que son muchas las que ya se han puesto en contacto con la aerolínea. De momento, solo Loveholidays y Kiwi han rubricado acuerdos, si bien todo parece indicar que en las próximas semanas habría un goteo de nuevas alianzas. El motivo es simple: nadie puede permitirse el lujo de no trabajar con una aerolínea que opera 3.000 vuelos diarios, más del doble que la segunda.  

Según explican fuentes de la low cost a este periódico, aquellas agencias que quieran tener relación comercial con ellos deberán aceptar sus condiciones. ¿Y cuáles son? Grosso modo, la compañía les exige que renuncien a aplicar cargos ocultos y a inflar los precios de los billetes. Es decir, pide máxima transparencia y que un billete de Ryanair cueste lo mismo en una OTA que en sus canales de venta directa. No obstante, sí que les permitirá seguir cobrando gastos de gestión por su trabajo, siempre y cuando especifiquen la cantidad y el concepto de forma clara.

El otro requisito, y este a priori es más problemático, consiste en que las agencias de viajes deberán proporcionar a la aerolínea los datos de contacto de sus clientes. Ryanair se escuda en que precisa de dicha información para poder comunicarse con los viajeros en caso de que surja cualquier tipo de incidencia, si bien las agencias consideran que su pretensión real es, única y exclusivamente, conseguir los valiosos datos de los clientes para luego saltarse a la intermediación.