¿Más fusiones de aerolíneas?

Varios grupos están presionando a la Unión Europea para que vete las compras de Air Europa, Ita, SAS o Tap, aduciendo que sus compras supondrán una pérdida de competencia, más dominio del mercado por unos pocos y, en definitiva, precios más elevados (Presionan a la UE para que tumbe las compras de Air Europa, Ita, Tap y SAS).

Yo discrepo.

La historia de la aviación es la de un continuo de cierres, compras y absorciones seguida del constante nacimiento de nuevos proyectos que a veces salen adelante y a veces fracasan. No estoy de acuerdo en que se prohíban las absorciones o las compras como pretenden estos grupos de presión, entre otras razones porque para mí es evidente que Tap, Air Europa, SAS o Ita merecen desaparecer ante la pobre gestión que han tenido.

¿Qué hacemos con estas empresas? ¿Hacemos que los gobiernos las mantengan a fuerza de ayudas públicas, como es el caso de Tap o de Ita y, en menor medida, de las otras? ¿Queremos que terminen cerrando con toda la gente en la calle buscándose una solución de emergencia? La compra por un rival para mí es una solución natural que no siempre aporta algo al comprador, pero que él sabrá.

Sin embargo, en lo que sí que creo que las autoridades deberían ser extremadamente rigurosas es en mantener abiertos y despejados los canales para que nuevos competidores puedan irrumpir en el mercado. Esto es lo que es completamente relevante.

Hoy Europa tiene una Easyjet o una Ryanair que surgieron contra las grandes corporaciones del sector y que nos hacen propuestas empresariales nuevas, con conceptos diferentes. Esto es lo fundamental en el mercado: que estas nuevas ideas puedan desarrollarse sin bloqueos. Ahora mismo, cualquiera puede ver cómo en los mercados del largo radio hay diversos enfoques que pueden terminar por tener éxito, como por ejemplo el extraño caso de Global, que apuesta a emplear el A380, o el de Norge, o incluso el de La Compagnie.

Da igual que fracasen, el secreto es que puedan llegar a funcionar y a presentar batalla.

Eso es el mercado y eso es lo que se debe preservar. Y las aerolíneas no competitivas deben poder caer, preferiblemente mediante la compra por otros.