La estatal SriLankan Airways se acerca a su cierre definitivo

Para situarnos en el contexto, hay que saber que SriLankan Airways, la aerolínea nacional de Sri Lanka, está en la ruina. Y que el país, también. O sea que no hay dinero para nada. La compañía vivió varios años vinculada a Emirates, pero la dubaití se desvinculó porque es muy difícil gestionar en ese país. Ahora es un caos. Sólo le quedan 20 aviones y su operativa es muy limitada.

Como las pérdidas son colosales, el Gobierno decidió hace ya casi un año ponerla en venta. El plazo para presentar ofertas era el 5 de marzo. Aunque, probablemente de forma engañosa, se había hablado del interés de algunas empresas indias en comprarla, finalmente parece que no era verdad y que es probable que no haya propuestas. El ministro de Puertos, Navegación y Aviación, Nimal Siripala, dijo que, si no hay compradores, el Gobierno se verá obligado a cerrar la aerolínea.

Este fin de semana, para que vean cómo están las cosas, de los cuatro aviones que tenían que despegar, dos tuvieron problemas técnicos que les impidieron volar y en otros dos aparecieron incontables ratas, lo cual obligó a fumigar el avión. Como las normas de seguridad internacional exigen que el avión no vuele en ese estado, se originó una situación caótica en el aeropuerto de Colombo. Además, faltaba una parte importante del personal de tierra (el ministro habló de quince trabajadores supuestamente enfermos y otros doce que no habían acudido sin explicación).

En una semana, por fin, se conocerá el destino de la compañía que en estos momentos tiene un aspecto bastante negro.