El prefecto de Córcega, equivalente al delegado del Gobierno en el caso de España, envió un recurso inicial a la Asamblea de Córcega, después de que se conociera la concesión a Air Corsica del servicio público aéreo subvencionado entre el continente francés y la isla (Air Corsica derrota a Volotea y gana el monopolio de los vuelos a Córcega).
Este recurso se refiere únicamente a las líneas entre la isla y los aeropuertos de Niza y Marsella, adjudicados antes de que se conociera también la concesión de las líneas a París. El prefecto no solicita la anulación de la adjudicación de la subvención, pero Amaury de Saint-Quentin exige documentación adicional para conocer los detalles.
Por su parte, Volotea emitió un comunicado cercano al surrealismo, donde dice que “toma nota” de la decisión de la asamblea corsa y que se reserva sus derechos, lo cual no necesitaba de ninguna reserva porque como empresa europea los conservaba.
La oferta inicial de Volotea era diez veces inferior a la de Air Corsica, pero tras las últimas negociaciones, es sensiblemente menor pero no tanto.
Lo que puede tener recorrido es la postura del prefecto, dado que el dinero de la subvención lo pone París y, por otro lado, es probable que Europa termine interviniendo porque la distancia entre las ofertas es muy escandalosa.
El prefecto se dirige al presidente del Consejo Ejecutivo corso, Gilles Simeoni, y expresa su duda sobre si los tres criterios exigidos se han cumplido. Los tres criterios son simples: el importe de la compensación solicitada, varias veces inferior en el caso de Volotea; la calidad del servicio, de difícil valoración porque Volotea sólo hace una promesa, y la solidez financiera y jurídica que, tampoco puede ser muy perjudicial para la española, dado que no presenta dificultades para su continuidad operativa.
En la carta, el prefecto dice que para el estado francés “no se respetó una estricta igualdad de trato en cuanto a los comentarios y la calificación atribuida a la empresa Volotea”.
Menciona el “criterio de solidez financiera y jurídica de las ofertas”, indicando que “la oferta de la empresa Volotea se ve cuestionada, en particular, por su desconocimiento de la especificidad del caso corso. Sobre este último punto, este argumento no puede ser plenamente admisible en lo que respecta al principio de equidad” porque, obviamente, sólo Air Corsica es corsa y sólo ella podría decir que sí conoce la especificidad corsa.
Proteccionismo puro y duro.
¿Que si Volotea no conoce la especificidad corsa? Pero Volotea tiene más vuelos a Córcega desde toda Francia que la propia Air Corsica. Politicos…
Lo venderán como proteccionismo, pero aquí alguien se está llevando una buena mordida...