Muchos lectores se congratulan de que Air Corsica, la aerolínea de la isla vecina, se haya quedado con el monopolio de los servicios entre ese enclave y Francia, pese a que la oferta de su rival Volotea era notablemente más económica. El argumento es que los franceses saben defender lo suyo. Este tipo de comentarios son muy frecuentes y conducen a hacer algunas reflexiones necesarias (París cuestiona que Volotea haya sido relegada en Córcega).
Por un lado, deberíamos aclararnos: o somos o no somos Europa. O creemos que ese es un mercado único dentro del cual debería haber libertad absoluta de movimientos, o no creemos. Lo primero implica que una aerolínea nuestra debería ser tratada en igualdad de condiciones en cualquier país, igual que nosotros aceptamos que Ryanair nos proporcione servicios dentro de nuestro país.
En segundo lugar, es un escándalo que Volotea, no por ser española sino simplemente por ser aerolínea, sea excluida habiendo cumplido con las exigencias y haciendo una oferta mucho mejor. Volotea tiene sus puntos débiles, pero también los tiene Air Corsica. Si en la convocatoria se exigía que Volotea cumpliera con otras cosas, debería haberse exigido (Air Corsica derrota a Volotea y gana el monopolio de los vuelos a Córcega).
Curiosamente, el derecho de los corsos a volar en su propia aerolínea lo quieren ejercer pagándolo con el dinero del resto de los franceses, lo que naturalmente ha generado una reacción por parte de París.
Quizás un pequeño detalle que a usted se le pasa es que Volotea tiene en Francia varias sentencias en contra por motivos laborales. Y quizás eso afecta.
Eurooa es una basura