En 2023, Dave Calhoun, el director general de Boeing, que acaba de presentar la dimisión, recibió ‘premios’ económicos por importe 33 millones de dólares, casi todos en acciones de la compañía, pese a la evolución preocupante de la misma. Sin embargo, ha tenido que renunciar a otros tres millones también contemplados a consecuencia del incidente de Alaska Airlines (Espantada en Boeing: su CEO anuncia su renuncia en plena crisis).
La retribución en 2023 del máximo ejecutivo de Boeing –que no es responsable del caos actual, principalmente atribuible a su antecesor en el cargo– ascendió a 1,4 millones de dólares en salario y el resto, 30,2 millones, corresponden a acciones del grupo, que por cierto, están perdiendo valor.
Hay que recordar que la gestión de Calhoun estaba siendo apoyada por toda la compañía hasta que el pasado día 5 de enero un avión perdió la portezuela de emergencia al despegar de Portland, en Oregón. El incidente fue agravándose ante la opinión pública al conocerse detalles del desastre en los procedimientos de Boeing, al punto de que Calhoun se vio obligado a presentar la dimisión (Un Boeing 737-9 Max nuevo pierde una puerta de emergencia en pleno vuelo).