Usted y yo podemos entender perfectamente que desde pronto los aeropuertos europeos permitan pasar a los viajeros con un ordenador o con una tablet, sin que la saquen del equipaje. Se entiende que los antiguos escáneres no tenían la capacidad para discernir si aquello era o no un verdadero ordenador. Todo lógico.
En cambio, lo de los líquidos es de traca. Si yo llevo agua, ¿por qué me prohibían pasarla? Porque podía montar un explosivo, creo que sugerían. Aceptémoslo. Desde ahora, se podrá pasar con agua –y cualquier otro líquido–. ¿Por qué? Los nuevos escáneres van a poder demostrar que se trata de agua. Pero es que eso ya se sabía antes. ¿Es que ahora los escáneres saben que no vamos a intentar nada malo con el agua? ¿O con la pasta de dientes?
El trato al viajero de avión por parte de las autoridades es denigrante. En caso de duda, lanzan sobre él todas sus medidas incómodas, sin razón alguna. Ocurre lo mismo con los móviles en los aviones, pese a que todo el mundo sabe que su uso no tiene importancia alguna. Pero, puestos, que se fastidien, parece que piensan.
Francamente, la experiencia de volar está llena de incomodidades, algunas inevitables, pero otras fruto del abuso de las autoridades sobre un público que sistemáticamente calla y aguanta.
Que las mascarillas evitan el contagio. Que las vacunas protegen del virus. Que el confinamiento lo sugerían los expertos....
Cree en el gobierno.
PD: Y los impuestos son para educación y sanidad.
Huyen de la guerra y del hambre.
Trump nos llevará a una guerra.
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La empresa de seguridad en Madrid Barajas, son unos incompetentes, no se saben nada, carecen de formación. Y abusan de la autoridad
Ni por aparatos electrónicos, ni por líquidos con más de 100 ml, ni por qué un vigilante de seguridad se crea con el derecho de meterle mano a nuestras pertenencias, ni ordenarnos nada. Ni por teléfonos móviles, ni por todos aquellos que se convierten en tiranos cuando les dan un pequeño poder sobre los demás incluidos los auxiliares de vuelo. Ni nadie que se crea que va a salvar el mundo por mostrar un celo excesivo en el cumplimiento de unas normas evidentemente abusivas. Ni todos aquellos que se han creído que los controles de seguridad de los aeropuertos son los cortijos donde colocar a zoquetes y darles un trabajo que no les capacita para ofrecer el servicio y el trato adecuado a clientes y usuarios de aeropuertos que se dejan un dineral en realizar sus viajes y desplazamientos.
La seguridad aeroportuaria es un negocio enooooooorme donde se mueven miles de millones de euros. Cada tanto toca sacar nuevas máquinas, nuevos dispositivos, más vigilantes, etc para que se siga ganando pasta. ¿La excusa? Los líquidos, las tablets, los nuevos body scaners o cualquier otra que se vayan inventando, es lo de menos