Un caso excepcional, único, llamativo y sorprendente: Air India Express se ha visto obligada a cancelar 90 vuelos porque 200 empleados de cabina se declararon inesperadamente enfermos. Estos 90 vuelos son el 25 por ciento de la operación de la compañía aérea.
Para entender mejor lo qué ocurrió no hay que llamar a un experto en bacterias sino en relaciones laborales: la compañía aérea está en proceso de fusión con Air Asia y con Vistara, propiedad de la familia Tata, y esto está provocando nervios.
Air India Express es la low cost de Air India. Tanto la una como la otra funcionaban fatal mientras eran estatales. Pero ahora las compró el grupo Tata que originalmente había sido el propietario de Air India. Como los Tata ya tenían Air Asia en India y Vistara, decidieron fusionar todas las plantillas en un equipo único. Y en este proceso, los empleados de Air India no parecen los más favorecidos, por lo que se producen estas enfermedades masivas, con efectos brutales en la operación.
Así como en muchos casos las fusiones de aerolíneas suponen que los que ganan menos se equiparen a los que ganan más, en el caso de India va al revés: los empleados de Air Asia en su filial de la India, que ganaban menos, son los referentes.
Al final, en la India quedarán dos grandes aerolíneas: IndiGo por un lado y Air India, de los Tata, por otro. Pero esta segunda aún se está conformando, si las enfermedades lo permiten.
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