El Gobierno griego es conservador. Sin embargo, ha anunciado que va a limitar el número de cruceros a partir del año que viene.
Así lo anunció Kyriakos Mitsotakis, el primer ministro, que dijo que las islas más populares del país necesitan esta medida, en especial referencia a Santorini y a Miconos, donde los problemas son más acuciantes.
“Creo que el año que viene vamos a aplicar un límite”, explicó el gobernante, que añadió que se trataría de un cupo máximo de barcos y que los derechos de amarre, como ocurre con los de aterrizaje en los aeropuertos, se venderían.
“Santorini en sí misma es un problema. Hay muchos viajeros que gastan mucho por estar allí y que ven sus vacaciones dañadas por la invasión de visitantes procedentes de los barcos. Además, la isla no puede soportar esta presión. Ni siquiera en materia de seguridad”, agregó.
El gobernante dijo que lo mismo, pero en una escala un poco menor, se aplica a Miconos. El año pasado, Santorini recibió 800 cruceros con 1,3 millones de visitantes. En la isla viven 15 mil personas de forma permanente.
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