Cuando la protesta es ofensiva

A mí me parece muy bien, por supuesto, que cada uno proteste por lo que quiera protestar, pero creo que lo correcto es dirigirse al responsable de lo que nos molesta y no ante terceros.

Digo esto porque tengo la impresión de que ninguna de las personas, turistas o no, que estaban en Es Caló des Moro, de Santanyí, Mallorca, tomando pacíficamente el sol, tiene responsabilidad alguna en el exceso de turismo de la isla. Ni en que en esa cala en concreto no se hayan introducido restricciones de algún tipo.

Los responsables de lo que ocurre con la masificación no son los turistas, ni los transportistas, ni los que descargan sus maletas, ni los camioneros que transportan su comida desde la Península, sino las autoridades políticas que desde hace décadas han venido alimentando este crecimiento, siempre por votos.

Por ello, es francamente ofensivo que los manifestantes se pongan delante de los turistas a proferir gritos. Sí, si no hubiera turistas no habría masificación, pero también si no hubiera un camionero que transporta su comida no vendrían porque no querrían pasar hambre, etcétera.

Me pongo en la piel de esos turistas y la verdad es que me llevaría una muy mala imagen.