Todos y cada uno de los directivos y empresarios consultados por Preferente coinciden: la guerra de precios es un mal endémico del sector de agencias de viajes, que sufre sobremanera por los exiguos márgenes con los que opera (Guerra de precios: Viajes El Corte Inglés y Halcón prometen los mayores descuentos).
Ni en épocas de bonanza como la que se ha vivido tras la salida del Covid, han conseguido dejar atrás una agresividad comercial vista en muy pocos sectores, lo que a su vez se traduce en bajos salarios y escasa capacidad de retención de talento.
Mientras que otras ramas turísticas, como por ejemplo los hoteles, han sabido aprovechar la explosión de la demanda para disparar los precios y recuperar parte del dinero perdido durante la pandemia, agencias y turoperadores continúan enfrascados en una guerra sin vencedores.
Y ello a pesar de que la creciente concentración en el sector, con un puñado de marcas con un peso dominante, hace que la situación sea más que propicia para elevar los precios y así dejar atrás los pírricos márgenes con los que han de operar.
Por si la agresividad de grandes redes y OTA no fuera suficiente, las pequeñas y medianas empresas sufren también la estrategia de igualación de precios, a la que siguen recurriendo varias empresas top del mercado. Se trata de una práctica que levanta ampollas, echando por tierra el trabajo de multitud de pymes (La igualación de precios levanta ampollas en el sector de agencias).
Preguntado acerca de esta cuestión, el presidente de CEAV, Carlos Garrido, reconoce que “es cierto que tenemos una asignatura pendiente con la rentabilidad, ya que, cuando se incrementan los precios de los servicios que ofrecemos (alojamiento, vuelos…), las agencias no trasladamos toda esa subida a nuestros productos, por lo que nuestra rentabilidad disminuye”.
“En el caso del Imserso, por ejemplo, las agencias consideramos que la labor que realizamos con los clientes de asesoramiento, comercialización y seguimiento merece una retribución mayor que la actual, que de media es inferior al 4%”, apunta en declaraciones a Preferente.
Los bajos márgenes provocan que, salvo en contadas excepciones, a las empresas dedicadas a la distribución turística, con independencia de su tamaño, les sea especialmente complicado cerrar los ejercicios con números negros. Es más, según puso de manifiesto un estudio de Insight View, el 48% se encuentran en riesgo “máximo o elevado” de ser incapaces de afrontar sus pagos (La mitad de las agencias están en alto riesgo de impago).
Este porcentaje supone un empeoramiento de hasta cuatro puntos respecto a los valores de hace un año y se sitúa muy por encima de los niveles prepandemia, cuando el riesgo era de apenas un 23%.
Tenemos lo que queremos. Yo jamás hice descuentos y aplico gastos de gestión sobre cualquier expediente. No trabajo a crédito y por lo tanto no tengo impagados.