El 1 de septiembre de 1999 desaparecía, tras 51 años de vida, Aviación y Comercio (Aviaco), una de las aerolíneas pioneras en España, de origen absolutamente privado, que fue incorporada al Instituto Nacional de Industria y absorbida, finalmente, por Iberia.
Aviaco comenzó sus operaciones en 1948 volando entre Bilbao y Madrid y Barcelona, empleando tres aviones Bristol 170. Un año después de nacer, Aviaco compró tres Convair a Sabena, para volar con ellos a Alemania y el Reino Unido.
Como ocurrió con otras aerolíneas, Aviaco se hizo pública, incorporándose al Instituto de Industria, compartiendo con Iberia su vida comercial.
En los setenta y sobre todo los ochenta, entró en el negocio chárter que estaba copado por las aerolíneas extranjeras. España exigió que una parte del turismo viniera en aviones del país y así se abrió un hueco con su ya nueva flota de DC9, que serían su modelo característico.
En 1998 Iberia se hizo con las acciones de Aviaco, pasando de una cartera pública a otra. Y al año siguiente Iberia decidió absorber totalmente a la aerolínea ‘’competidora’’.
Aviaco jamás fue competidora partir de la suspensión y posterior toma de control por iberia, fue complementaria firmando parte de lo que en el negocio se llamaba el grupo
La visión de los ejecutivos de la aviación española desde los años noventa ha sido de aurora boreal.
Lo normal cuando uno viene del mundo sindico-comunista y otro de la cuota nacionalista vascongada.
Desmantelaron una compañía se que se caracterizaba por tener bases repartidas por toda la geografía nacional justo cuando se liberalizado el espacio aéreo europeo y aparecía Ryan con su política de dispersión de bases.
Fue una pésima decisión empresarial y estratégica cerrar Aviaco, que operaba las rutas domésticas y Viva Air, que operó las regulares europeas y después la pasaron a operaciones charter. Cedieron a la presión por parte del SEPLA tras muchos años intentando desmantelar el Grupo. Ellos eran los que consideraban "competidores" a los pilotos de las compañías del Grupo Iberia, que volaban más con menos salario, tal y como ocurrió después con los de Iberia Express, contra los que hicieron una campaña en sus primeros años de vida.
Limonada mental es lo que tienes.