“Los fondos Next Generation se distribuyeron al menudeo”. Así lo afirmó el consejero delegado de Meliá y presidente de Exceltur, Gabriel Escarrer, quien cargó contra el ninguneo del Gobierno de Pedro Sánchez a la primera industria del país. Recordó, además, que “la mayoría de destinos pioneros del litoral español necesitan una gran y urgente intervención para detener su degradación” (“Los fondos Next Generation se distribuyeron al menudeo”).
Su protesta, como la de muchos otros lobbies y empresarios del sector, fue obviada por un Ejecutivo que no ha permitido a la potente industria turística beneficiarse de la mayor oportunidad de las últimas décadas para transformar su modelo hacia uno más moderno, cualitativo, sostenible y competitivo.
Una información adelantada por El Confidencial demuestra que mientras que el turismo ha sido el gran olvidado, empresas amigas del Gobierno sí han sacado provecho de estos fondos. En concreto, revela que Openchip & Software Technologies, una compañía sin apenas facturación, reforzó su cúpula con el fichaje de la pareja de José Manuel Albares, ministros de Exteriores, tras recibir 111 millones de euros de los Next Generation.
Therese Jamaa se incorporó a esta sociedad un mes después de la concesión del dinero público. Lo hizo como vicepresidenta de alianzas estratégicas.
Desde Openchip han defendido su actuación, asegurando que en el fichaje no influyó el hecho de que sea la pareja de Albares. Argumentan, además, que los fondos Next Generation dependen del Ministerio de Hacienda, así como que Jamaa no estuvo involucrada en la obtención de la mencionada inyección millonaria.
Qué casualidad todo, oye, resulta altamente sospechoso, pero miraremos para otro lado como si no hubiera pasado nada de nada.
¿ Y estos fondos como lo van a devolver?