El número de viviendas vacacionales en Canarias continúa creciendo a un ritmo vertiginoso a pesar del anuncio del ejecutivo autonómico de un anteproyecto de ley destinado a regular este segmento. Este se presentó hace alrededor de cuatro meses, y aún se encuentra en fase de ajustes. Se prevé que entre en vigor a finales de este año (Canarias acelera para combatir el desmadre del alquiler turístico).
Según el último informe del Registro Turístico de Canarias recogido por Canarias7, las islas cuentan actualmente con 61.170 viviendas vacacionales, lo que supone un total de 256.684 plazas. Esto representa un notable incremento de casi 92.000 nuevas plazas en tan solo un año, con más de un millar que se han sumado en el último mes (Canarias: el desmadre del alquiler vacacional, en cifras).
La situación es especialmente tensa en Tenerife, donde, durante el 2024, se han dado de alta 7.266 viviendas turísticas. Así, pese a las nuevas medidas regulatorias que están por llegar, el número de registros se ha triplicado en lo que va de año, lo que ha llevado al Cabildo insular a pedir una moratoria urgente.
Gran parte de este crecimiento está impulsado por grandes tenedores de propiedades. Más del 50% de las nuevas inscripciones corresponden a edificios completos y complejos de apartamentos que se están transformando en alojamientos turísticos.
A este respecto, la presidenta de la Asociación Canaria de la Vivienda Vacacional (Ascav), Doris Borrego, subraya que algunos propietarios están registrando incluso edificios que aún no están construidos o que están en fase de proyecto, en un intento de adelantarse a la posible moratoria que impondrá la nueva ley.
Esta también ha cuestionado la Ley estatal de Vivienda, indicando que ha generado un efecto negativo sobre el mercado de alquiler en Canarias. Según sus cifras, un 40% de las viviendas de alquiler han salido del mercado debido a la falta de protección para los propietarios, y de ese porcentaje, muchas se han reconvertido en viviendas vacacionales. Además, asegura de la existencia de más de 211.000 viviendas vacías en las islas que, en su opinión, son el verdadero lastre del sector inmobiliario.
Ha ocurrido exactamente lo mismo que cuando se propuso la moratoria para la construcción de nuevos hoteles. Los políticos han quedado muy bien porque han anunciado que van a hacer algo, los grandes tenedores solicitan las nuevas licencias, incluso de viviendas sin construir, y el resto de la población se queda perpleja por la desfachatez de unos y otros. Más de lo mismo....qué hartazgo !