Cada pocos días, la prensa amarillista británica publica que lugares como Magaluf, en Mallorca, se están quedando sin turistas por su política en contra el ‘hooliganismo’ de los visitantes. Hasta hay enviados especiales que recogen la información a pie de calle.
El asunto no tiene mayor importancia porque nadie que busque el modelo turístico tradicional de Magaluf –recientemente se vienen desarrollando intentos muy plausibles de cambiar esta tónica basada en el alcohol– merece mucho respeto, ni siquiera en la propia Gran Bretaña. Pero no deja de ser interesante desde el punto de vista de las polémicas que se montan y con las que los medios nos entretienen.
Resulta que ahora parece que se quejaran porque Magaluf ya no es lo que era y que, por ese ‘ultrajante’ motivo, los turistas se marchan. Y lo cuentan como si fueran ellos los que se van indignados. En realidad, las políticas españolas dependen de las autoridades locales, las cuales son votadas por los electores locales. Es verdad que estas autoridades suelen inhibirse porque son unos cómodos, pero ahora da la impresión de que han tenido alguna iniciativa. Y esto indigna a los medios amarillos.
Que son los mismos que cuando todo es normal publican reportajes diciendo que todo es un desastre, que aquello es Sodoma y Gomorra.
En cualquier caso, es muy poco probable que erradiquemos este tipo de turismo, tanto como es imposible que los ingleses dejen de considerar el alcohol como el primer atractivo turístico para viajar al polo. Y aún más difícil es esperar que los medios amarillos, especialmente ahora que viven una crisis financiera, tengan un poco de rigor.
Que se vayan a las Malvinas, (por ahora territorio británicos) -por decir algo- a agarrarse sus melopeas, y dejen de tocar lo que no tienen que tocar en otros lugares del planeta, y de este país en particular, en el que se ha permitido todo ese desmadre desde hace décadas.
Este tipo de turismo de BORRACHERA, DROGA, SEXO Y DESCONTROL, no sirve para nada. Bueno, realmente lo que a hecho ha sido espantar al cliente de parejas, familias y senior por culpa de ruidos, borracheras, vomitados, peleas, prostitución emboscada con DROGA, locales de lujuria descontrolada y con un poder adquisitivo, PAUPERRIMO.
Muy mala imagen, que aun después de varias décadas de asentamiento en la zona, es muy difícil de vender en nuestros Touroperadores y reticentes, incluso con ofertas poder llenar nuestros cupos contratados. El cliente odia incluso la palabra Magalluf.
PARTY BOATS, POOL PARTY, PUBS VIEJOS Y SUMIDOS EN LA GOMORRA....en resumen, BASTA YA DE HOOLIGANS, BORRACHERAS, DROGAS Y DEMÁS FLORITURAS...EL PSOE de Calvià estuvo a punto de erradicarlo pero desgraciadamente los nuevos inquilinos del Ajuntament de Calvià lo han vuelto a promocionar y han destruido el camino andado.