El conflicto laboral en Boeing no va a mejor. Brian Bryant, el presidente del sindicato que agrupa a los 33 mil empleados en huelga, ha informado de que la compañía aérea les ha retirado la cobertura sanitaria. En Estados Unidos no existe sanidad pública y los trabajadores reciben esta asistencia porque se las paga la empresa, cosa que el fabricante ha dejado de hacer (Boeing: la plantilla rechaza la nueva oferta salarial).
El sindicato dice que, durante estos días, los trabajadores han recibido notificaciones por Correos en las que se les informa de que han perdido la cobertura sanitaria. Una decisión que ha sido calificada como un grave error de la compañía (Economía de guerra en Boeing para sobrevivir a la huelga).
La entidad comenta algo que parece razonable: la empresa no se aclara, “un día dice que quiere recuperar la confianza de la plantilla y después cometen estos errores. Este beneficio para la plantilla cubre a las familias y es esencial. El coste –añade el sindicato– es menor en comparación con los errores que ha venido cometiendo la dirección”.
No está claro si estas decisiones aún siguen siendo tomadas por Recursos Humanos, o si ya el nuevo director general, Kelly Ortberg, está al mando. “Esta es una decisión cruel e innecesaria por parte de la empresa que les va a costar mucho más de lo que les ahorra, tanto en el largo como en el corto plazo”.
Cabe recordar que la empresa hizo una oferta de aumento salarial del 30 por ciento en varios años, más algunas otras mejoras, que no fue aceptada por la plantilla.
Los sindicatos son y siempre han sido el cancer de las empresas y si se hacen demasiado grandes la empresa muere...
Y así, es cómo se las gasta el liberalismo libertario. Viva la Libertad, carajo.!!!
Me recuerda sin duda, al capítulo de los Simpsons de última salida a Springfield, en el cual Homer inicia una huelga para conseguir el seguro dental ...
¡Seguro dental!
(Lisa necesita un aparato)
...
Está es la vía americana,que nos vende la derecho a para España, toma la, o deja la
Ahora Boeing puede presumir de que sus empleados, en caso de enfermedad o dolencia, irán a trabajar incluso sin estar en buenas condiciones psico-fisicas.
Lo que aumenta la probabilidad de de fallos en la cadena de montaje.
Unos lumbreras, vaya.