Era el vuelo AF662 que iba desde París Charles de Gaulle a Dubái, en los Emiratos, en la tarde del martes 1 de octubre, más o menos sobre las 17 UTC (Impresiona: así se ha vaciado el espacio aéreo de Irán e Irak).
El Boeing 777 300 con matrícula F-GSQU iba de norte a sur, para entrar en el Golfo Pérsico, cuando los pilotos vieron claramente los misiles que sobrevolaban el avión de oeste a este.
Apenas se supo la situación, el vuelo AF218 que iba detrás con rumbo a Mumbai, giró y volvió a París, donde aterrizó más tarde. El AF257 que venía de Singapur a París aterrizó en la capital india, Delhi, porque viendo el panorama, el piloto comprendió que debía modificar el rumbo, prolongar el viaje y, para ello, mejor reponer combustible.
Según lo publicado en la prensa francesa, los controles aéreos de la zona no informaron al menos a este avión sobre la conveniencia de cambiar rumbo. Sin embargo, la prensa, sobre todo la de Estados Unidos, dijo que el lanzamiento de misiles no sólo se temía, sino que ese martes se daba como hecho antes de que se produjera. De hecho, Israel había alertado a la población con suficiente antelación.
En Francia se ha abierto una investigación para entender qué ocurrió con este avión concretamente, que no debió de estar en una situación de riesgo como esta.