La salida al mercado del Boeing 777X tendrá un retraso de seis años si finalmente Boeing consigue entregar las primeras unidades, como dice ahora, en 2026. El comprador más importante de este avión, Emirates, está viendo cómo su estrategia de futuro está hecha trizas por estos reiterados incumplimientos (Emergencia en Boeing: fin del 767 y 17.000 despidos).
Ahora, Kelly Ortberg, el nuevo líder de Boeing, dice que, por desafíos en el programa, habrá otro retraso. Pero Emirates no aguanta más. Tim Clark, el inglés que dirige la compañía desde siempre, ha advertido que no cree que Boeing sea hoy capaz de acertar con una fecha de entrega del avión, por el parón en la certificación y por las huelgas.
La empresa de Dubái ha avanzado que “tenemos que tener una seria conversación con Boeing” respecto de la fecha de entrega de estos aviones.
Hay otras 12 aerolíneas que padecen el mismo problema, al haber apostado por el fabricante americano. Entre ellas, Lufthansa arrastra su modernización por la ausencia del nuevo avión que ya debería llevar al menos tres años volando.
Esa casa es un completo desastre desde hace bastantes años, la ineptitud y complacencia campan a sus anchas en ese lugar, productos mediocres con muchas deficiencias estructurales y con unos costes elevadisimos son el portafolio de Boeing,por respeto a su glorioso pasado merece un cambio radical y debe ser a la mayor brevedad posible o caerá por su propio peso y Airbus como los fabricante chinos se comerán su parte del pastel.
Torres más altas han caído y esta lleva ese camino a pasos agigantados.
Boeing haciendo aguas, Airbus atragantada y los chinos frotándose las manos.
En un sector que hace sus compras con tantísima antelación este cuello de botella acabará haciendo estragos. Menos flota y más vieja, menos plazas disponibles y más caras.
La cuestión es que harán, las dos tienen una cola gigantesca de producción... no les queda más remedio que programa de reformas de su flota actual