No hay vuelta atrás: los billetes de avión en Francia suben todos a partir de los 9,5 euros como mínimo por la nueva fiscalidad que ha introducido el gobierno de Michel Barnier. Se llama “impuesto de solidaridad”. Air Francia ya ha terminado de ajustar sus sistemas informáticos. Pero un vuelo a Nueva York, en cambio, sube 120 euros en clase business (Francia: rebelión de la aviación contra los nuevos impuestos).
El ministro de Transportes indicó a la prensa que estos impuestos no tendrían efectos en el transporte porque son absorbibles. Dijo que el ciudadano no entiende por qué un vuelo entre dos destinos cuesta mucho menos en avión que en tren y que esta nueva fiscalidad pretendía corregir esta deficiencia.
El Gobierno sigue trabajando en el nuevo impuesto a los vuelos privados, de los que se dice que llegaría a los 3.000 euros por cada viaje.
Air France ha cambiado ya todos los sistemas y ahora mismo si usted compra un vuelo con ellos para cualquier ruta desde el uno de enero el recargo aparece ya incorporado a la tarifa, pese a que aún no se ha aprobado legalmente el impuesto. La aerolínea de bandera del país no quiere verse en la situación de que entre en vigor el impuesto y no lo pueda aplicar a los billetes ya vendidos.