Un Airbus A380 de la australiana Qantas voló algo más de 290 horas con una herramienta olvidada en uno de sus cuatro motores, según constata la autoridad australiana de la seguridad aérea.
El aparato, de 1.25 metros, se empleó el pasado 6 de diciembre durante una inspección rutinaria en el motor externo izquierdo del avión para comprobar la presión de un compresor, en el aeropuerto de Los Ángeles, Estados Unidos. El empleado que llevó a cabo el trabajo de mantenimiento lo olvidó en el motor, probablemente porque hubo de acabar su turno anticipadamente por razones de salud ajenas a su trabajo. El encargado del servicio le dijo que se marchara a recibir atención médica, que su reemplazo se encargaría, cosa que no ocurrió.
Estas inspecciones duran normalmente tres días y muchos ingenieros se rotan en el desarrollo de los trabajos. Después de que el avión partió se detectó la ausencia de la herramienta. Se buscó la pieza que no apareció.
Un reporte de una pieza extraviada se consignó en los libros de mantenimiento, pese a lo cual se permitió que el avión volara.
El avión voló en treinta y cuatro ciclos, 293 horas después, la pieza fue hallada en otra sesión ordinaria de mantenimiento, casi un mes después. Estaba detrás de un compresor de baja presión. La inspección no halló daños en el motor, aunque la pieza se había deformado probablemente por la presión del aire.
Los hechos, que se conocen ahora, ocurrieron al inicio de este año. Qantas hizo un informe interno e instruyó a la plantilla para controlar este tipo de incidentes.
Los expertos consideran absolutamente excepcional que esto haya acabado en nada porque normalmente esa pieza debería haber destruido el motor del avión. Si no ocurrió fue por una posición excepcionalmente benigna para lo que ocurrió. Hay dos accidentes, uno de United y otro de Southwest, causados por piezas olvidadas en los motores.
MILAGRO!!!
Una herramienta de 15 centímetros, olvidada en el motor derecho, desencadenó el accidente que, el 17 de octubre de 2017, nada más despegar de la base de Torrejón de Ardoz (Madrid), sufrió un caza F-18. Tras casi año y medio de trabajo, la Comisión de Investigación Técnica de Accidentes de Aeronaves Militares (CITAAM) ha concluido su informe sobre el siniestro en el que murió el teniente Fernando Pérez Serrano.
DEP