Pakistán International Airlines (PIA) es un desastre. Pierde dinero a mansalva y encima no hay manera de venderla. En octubre, la última subasta fracasó, aparentemente porque la aerolínea se vendía con muchas deudas vivas (Europa prorroga la prohibición para Pakistán).
Ahora, el ministro de Privatizaciones, Abdul Aleem Khan, ha decidido subastar la compañía por segunda vez, para lo cual viene con un regalo adicional: 95 millones de dólares en exenciones fiscales para los compradores. Puede haber más beneficios fiscales, pero el ministro dice que para eso los interesados han de hablar sobre qué planes tienen.
En la anterior subasta, el Gobierno había puesto un precio de partida de 306 millones de dólares y sólo se presentó un comprador que ofreció 36 millones, muy lejos de lo que pretendía el estado.
El Gobierno cree que PIA puede ser una compañía rentable –de alguna forma, aceptan su incapacidad para conseguir lograr esta meta—pero eso no le impide perder 270 millones anuales, lo que explica la deuda de 3.000 millones que arrastra. Esa deuda ha sido limpiada en buena medida y se la quedará el estado.
El Gobierno dice tener constancia de interés por la aerolínea en empresas del golfo Pérsico, sin aportar más detalles.
Preferente.com Diario para profesionales del Turismo