KLM, la aerolínea holandesa del grupo Air France, acaba de proponer a su plantilla una congelación salarial por dos años, aduciendo problemas financieros y un creciente aumento de los costes operativos. La propuesta se ha remitido en una carta a los agentes negociadores sindicales antes de comenzar las negociaciones colectivas.
El actual convenio colectivo concluye su vigencia a finales de febrero del año que viene. Ya ha habido negociaciones aún informales con los sindicatos, las cuales se iniciaron en octubre pasado.
Los sindicatos no se han pronunciado, pero muestran privadamente su sorpresa porque la demanda de KLM está yendo muy bien y los aviones vuelan llenos. La aerolínea aduce que la capacidad en los vuelos de largo radio la tiene limitada por la baja disponibilidad de flota y apunta, también, a las incertidumbres sobre el futuro de su principal aeropuerto –el único, de hecho– que es Schiphol, que tiene planes de reducir los vuelos y de aumentar los precios (Ámsterdam sube el precio de su aeropuerto hasta un 37%).
Dice KLM que los costes no están bajo control. Y añade que quiere ganar 450 millones anuales más mediante mejoras en la productividad. KLM propone que el siguiente convenio tenga una duración superior a los dos años habituales. Indica igualmente que tanto en comparación con otras empresas holandesas como con otras aerolíneas europeas, los salarios son altos.