Hace un mes que la plantilla de Boeing acabó la huelga y regresó a las factorías de Washington y California. Pero no todos han podido ocupar su puesto porque, al mismo tiempo, la compañía inició su ‘escabechina’ hasta eliminar 17 mil puestos (Preacuerdo para acabar con la huelga de 35 días en Boeing).
En estos días, casi 400 trabajadores de las plantas de Renton han pasado por caja para cobrar su finiquito, igual que algo más de 500 en California. Obviamente, vistos los obejtivos, estamos sólo en el aperitivo de las medidas de reducción de costes.
El nuevo máximo ejecutivo de Boeing, Kelly Ortberg, comentó que los despidos no tienen que ver con la huelga, sino que es el resultado de años de ‘vacas gordas’ que llevaron a la empresa a aceptar un sobredimensionamiento de su plantilla.
Informó de que los despedidos cobrarán dos meses de salario adicional, más una indemnización, más una formación para que encuentren otro empleo y tendrán sanidad durante tres meses después de marcharse.
Sobra decir que la situación financiera de Boeing es muy preocupante y probablemente no podría soportar otra calamidad como las que le han venido ocurriendo desde 2018 a la actualidad.