British Airways, la principal aerolínea británica, no es aquella cuyos aviones aterrizan en más aeropuertos. Apenas lo hace en algo más de diez, incluyendo por supuesto Londres Heathrow, el mayor del país y el que permite la mayor conectividad con el mundo.
Ryanair, la agresiva low cost de nacionalidad irlandesa, tampoco opera en casi veinte aeropuertos y es la que hace más vuelos porque sólo en Londres Stansted tiene su mayor base de toda Europa. Pero sus vuelos tienen un fortísimo componente de vacacional, al Mediterráneo y no cubre amplias regiones como el norte de Escocia.
Easyjet tiene una excelente red de vuelos locales y muchas conexiones, pero no es una alternativa a las conexiones internacionales de British Airways.
Con 18 aeropuertos, a los que vuela al menos una vez al día, KLM de Holanda es la aerolínea que ‘toca’ más terminales en Gran Bretaña durante todo el año y en su gran mayoría para vuelos de conexión en Schiphol, Ámsterdam, con el resto del mundo. Incontables personas de negocios usan Ámsterdam como alternativa a Heathrow y, en algunos casos, como única salida del país. Los vuelos de KLM van a todos los aeropuertos de alguna importancia de Gran Bretaña e incluso algunos tan inusuales como Exeter, Norwich, Teesside, Humberside o Cardiff, a donde no vuela British.
KLM emplea sus aviones Embraer para enlazar con el servicio City Hopper, que proporciona una muy buena conexión en Ámsterdam y, además, normalmente con precios muy competitivos.
Sin rival en incidentes, también es un logro