Azerbaiyán Airlines anunció ayer la cancelación de diez rutas aéreas entre Bakú y ciudades rusas, como medida preventiva de nuevos ataques aéreos como el que presumiblemente causó la caída del avión Embraer 190 siniestrado el día de Navidad. Por su parte, Qazaq Air, una aerolínea de Kazajistán, también suspendió sus vuelos entre Astana y Ekaterimburgo, al menos por un mes (El avión caído en Navidad y posibles impactos de bala).
Según fuentes azeríes, los pilotos no quieren seguir operando en Rusia. “Los rusos no derribaron nuestro avión, pero tampoco nos permitieron aterrizar de nuevo en Azerbaiyán”, dicen fuentes locales en Bakú.
El ataque al avión habría sido de autora chechena, pero bajo el ámbito de dominio ruso.
La aerolínea propietaria del avión confirmó este viernes que el accidente no se debió a un problema propio, ni con el avión ni con lo pilotos, sino con un elemento externo no identificado.
Las cifras definitivas de fallecidos parecen quedar en los 38.
Mientras, entre los 29 supervivientes siguen apareciendo testimonios de las horas vividas con la inestabilidad de un avión casi sin control, hasta el contacto con la tierra.
Como siempre hasta q no pasa un desastre el dinero manda….lo mismo pasará con los vuelos a tel aviv .
Palabras perfectas!