Hay un condado en Gran Bretaña que quiere captar turismo como sea. Tiene varios pueblos muy interesantes y, por supuesto, comparte elementos históricos de valor. El condado se ha lanzado a promocionar Kirklees como una zona de gran valor turístico.
Pero hay un problema: en Gran Bretaña los nombres e incluso los límites de los condados son muy cambiantes. En este caso el problema es muy grave: nadie sabe dónde está Kirklees. De hecho, el nombre es un invento reciento escogido de una finca muy interesante que está en el condado vecino.
El problema para captar turismo es, pues, grave: viaje usted a Kirklees, pero nadie sabe dónde está Kirklees. Algunos de sus villas, en cambio, tienen el mismo nombre desde siempre y sí son conocidas, pero las otras ciudades del condado no quieren ni oír hablar de que emplee el nombre de una villa vecina. O sea, un lío.
Un lío que nos suena en España. Porque eso es lo que ocurre con Ibiza. Ibiza es Ibiza en todo el mundo, pero para los ibicencos es Eivissa. Siempre lo ha sido. Y para Mallorca. Y para Menorca. Y, además, esto del uso del idioma propio está instalado y nadie se opone a ello. El problema es que, como Kirklees, Eivissa no la conoce nadie. “¿Me repite?”, contesta el presunto viajero al que le llega la campaña promocional. En muchos casos las autoridades de Ibiza han optado por usar el nombre local, con poco éxito, aunque, es verdad, suelen dejarse de localismos y emplear el nombre mundialmente conocido.
Desde luego, un problema que exige sentido común. O no, ya verán.
En US. nadie sabe que es un pantalón Levis.
Para muestra, el anuncia de la cerveza de botella verde, verde Virginia.!!!
De costumbre, siempre hubo gente que confunde el culo con las temporas, para muestra un botón. En un Medio conservador, pero conservador, conservador, aprovechando que la marea trumpista está alta, reírse de un payés, trocear un País y ridiculizar la diversidad … puede salir muy caro. Cuidado, que No estamos en la Sala Oval de La Casa Blanca, No todo vale.