Simón Pedro Barceló lideró hace 4 años una campaña contra Jorge Marichal para que no fuera elegido presidente de la patronal hotelera de España, tal como publicaron Preferente, medios de Tenerife y Mallorca y algunos especializados en economía.
Carmen Riu, entonces consejera delegada de Riu, no entró en campaña, pero acabó apoyando al presidente de Barceló Hoteles en una votación celebrada en la Agrupación de Cadenas de Baleares y que fue organizada para debatir sobre la candidatura de Marichal.
El argumento que dio el copresidente de Barceló para oponerse al nombramiento de Jorge Marichal fue que el empresario tinerfeño había sido condenado por un delito fiscal y que como consecuencia de ello no podía ocupar la presidencia de Cehat.
La CEOE y un presidente regional de la patronal, el de la Rioja, se sumaron a la ofensiva contra Marichal. El diario Cinco Días y otros medios defendieron la tesis de Simón Pedro Barceló respecto al fraude a la Hacienda pública y se volcaron con el empresario mallorquín.
Gabriel Escarrer, consejero delegado de Meliá y presidente de Exceltur, se alineó con Marichal por considerar, al igual que otros colegas de menor rango, que no estaba condenado, había hecho frente a la deuda que tuvo con la Agencia Tributaria y tenía expedito el camino de la presidencia.
El presidente de Iberostar, Miguel Fluxá, por su parte, se abstuvo y ni se opuso ni respaldó al empresario hotelero de Tenerife. Nuestro periódico fue el único medio que apoyó abiertamente al candidato Jorge Marichal, quien alcanzaría la presidencia con considerable respaldo.
El tiempo, que coloca a cada uno en su sitio, acabó dando la razón a los detractores. Pero no por los argumentos esgrimidos —el delito fiscal— sino por su flojera, por su falta de empatía y por sus escasos logros. El presidente de Cehat, además, traicionó incomprensiblemente a varios de sus defensores. Marichal, tal cual.
HAY UNA GRAN DIFERENCIA ENTRE UN HOMBRE DE NEGOCIOS Y UN EMPRESARIO, ESPECIALMENTE EN EL SECTOR TURISTICO HOTELERO...
Como bien dice usted, C.M. el tiempo pone a cada uno en su sitio