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Por Tomás Cano
22/10/09.- Si usted es uno de los que va a viajar próximamente, hágalo como decÃa Saint Exupery: “Aquél que quiere viajar feliz, debe viajar ligeroâ€, por eso las compañÃas nos cobran por las maletas, mas ligero significa ligero. Pero volvamos al tema que nos acomete hoy, usted debe estar preparado no solo para enfrentarse a la excitación del viaje, que va unida a la ilusión de hacerlo, si es por trabajo, resignación. Pero conviene que sea precavido, porque antes de llegar a su destino y después durante su regreso a casa pasará por una experiencia inolvidable, que es el hecho en sà de transitar por el mundo de los “celestesâ€. Porqué no se si sabe que en la aviación el mundo está dividido en “celestes†y “terrestresâ€.
¡No se haga ilusiones, usted es un terrestre!
Voy a intentar explicarle desde mi punto de vista cómo identificará a esa casta. Como ocurre en el TÃbet, las palabras “hueso†y “raÃz†son muy importantes para ellos, los del TÃbet claro. Pero también para la casta de los celestes el mundo humano está hecho de huesos y raÃces. A los huesos se les llama casta.
En China se creÃa que los huesos tenÃan algo que ver con los umbrales de las puertas, por éste motivo los umbrales de las puertas de los aeropuertos son altas, mientras que las de los terrestres son bajas. A los celestes el tener el umbral muy alto les permite entrar y salir de las nubes.
Todo esto que puede parecerles una fantasÃa, no lo es. Cuando cruce usted la puerta del aeropuerto entrará en un mundo en general desconocido, donde las personas que trabajan en el mismo hablan un idioma muy distinto al suyo, (checking, boarding, gate, emergency, exit delay, y la que más glamour tiene ahora low cost).
Pero no se preocupe en exceso, usted irá sorteando todas estas barreras magnÃficamente, sólo tenga paciencia y sobre todo no se caliente, sea feliz.
Cuando llegue al aeropuerto diseñado para gloria del arquitecto, cuyo nombre merece la pena olvidar, no se preocupe de las incomodidades y largas caminatas, al fin y al cabo estará usted en él, le deseo que poco tiempo.
DirÃjase al mostrador de facturación, allà encontrará largas colas, es lo habitual. Cuando llegue su turno no se olvide de identificarse correctamente y no se preocupe si la persona que le atiende detrás del ordenador, no levanta los ojos del mostrador, es también normal, sobre todo recuerde lo que le he contado de la casta. Si le comunica que su vuelo tiene retraso, sobre todo mantenga la calma, procure buscar el primer bar cercano y tomarse alguna bebida que no sea estimulante, es lo último que deberÃa hacer.
No pregunte , espere, cuando llegue al bar encontrará algunas personas en la barra mezclada con otros viajeros que usan walky talky, esos aparatos que permiten comunicarse con otras personas que están en la lejanÃa o tal vez entre las nubes, no se atreva a preguntar a esas personas, vayan o no con uniforme. Si no llevan uniforme recele porque pueden ser ejecutivos del aeropuerto, ya sabe de AENA, pueden ser ejecutivos del aeropuerto de servicio, y si entre ellos hay uno con chaqueta y corbata, que es el centro de atención de todos ellos, ni se atreva, ese es el Director del aeropuerto, es un intocable, en pocas palabras, es un†BHODIâ€, el árbol de la iluminación en chino.
Si al final se ve obligado a protestar, hágalo sólo cuando este en mayorÃa, de lo contrario absténgase.
Cuando haya pasado todos los inhumanos controles de seguridad, dirÃjase al gate, o puerta que le digan y embarque sigilosamente, no sin antes haberse identificado de nuevo.
Una vez en el avión, si le dicen que tiene que pagarse su comida y bebida, no se extrañe ahora está de moda, ya pasará, mi recomendación es que la próxima vez lleve consigo un bocadillo y botellÃn de agua de casa.
Para terminar decirle que lo único fascinante del avión es el hecho de que una máquina parecida a un tubo, le trasladará de un lugar a otro en un breve espacio de tiempo y que tal vez eso le compense de todos los obstáculos que ha tenido que sortear y le recuerde lo que escribió Neruda: “Vuelas sobre el mundo inmóvil, en la altura.
Cielo puro, viento nuloâ€
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