En el décimo aniversario de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, el World Travel & Tourism Council (WTTC) ha pedido a los gobiernos la adopción de políticas más flexibles de visado y de seguridad fronteriza para promover los viajes y el turismo como motor de empleo y crecimiento económico.
Después del incidente del 9 de septimbre la seguridad del transporte aéreo de pasajeros y de carga se transformó y se elevó el régimen de visados. Los altos costos y largos procedimientos para la obtención de visados, la prohibición de líquidos en el equipaje de mano y escáneres intrusivos, son sólo algunos de los obstáculos que los viajeros tienen que superar desde entonces.
El presidente del WTTC, David Scowsill, ha señalado que: "El aumento de la seguridad después del 9 de septiembre fue muy apropiado como respuesta a corto plazo a una situación muy dramática. En los últimos diez años, sin embargo, las barreras a los viajes han aumentado aún más, en lugar de disminuir a través de un mejor uso de la tecnología y la creación de perfiles de pasajeros".
“Los tiempos para obtener visas para visitar muchos países se pueden largar cientos de días, y la seguridad del aeropuerto se ha convertido en una experiencia desagradable”, relata Scowsill, quien señala que “en lugar de dar la bienvenida a los visitantes con sus dólares de exportación, muchos países están cerrando la puerta en la cara de los viajeros”.
“Es hora de un cambio fundamental en la mente de los gobiernos. Hay que equilibrar la seguridad con la libertad de viajar. El turismo representa 258 millones de puestos de trabajo y el nueve por ciento del PIB del mundo. Es vital que los países tomen las medidas necesarias para proteger sus fronteras, pero igualmente importante que los gobiernos reconozcan que existen políticas más inteligentes para lograr ese objetivo", concluyó Scowsill.
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