8/3/11.- Los empresarios de apartamentos turísticos de la Costa Blanca han abierto la puerta del debate con la petición de que el programa del Imserso no se limite a los hoteles, que los alojamientos extrahoteleros también existen y son legales. También ha lanzado un globo sonda para intentar que el Gobierno adopte el cheque de viaje para la tercera edad: toma la subvención y contrata en la agencia que quieras y elige el alojamiento que más te apetezca. Algo parecido al cheque escolar. No parece que este sistema del cheque esté en el espíritu de la normas que rigen esta modalidad de vacaciones subvencionadas, ni tampoco parece que los diseñadores se plantearan en ningún momento que tendían que tener en cuenta la oferta extrahotelera o que hubiera el futuro una demanda alternativa para apartamentos, acampamentos y, por qué no, para casas rurales. La decisión legislativa de que, mediante concurso, una empresa o UTE globalizara el plan, es lo más alejado de la liberalización y dispersión que propone la patronal de la Costa Blanca. En el espíritu de los viajes del Imserso hay algo más que viaje y alojamiento, y los apartamentos turísticos de categoría posiblemente tendrían que adaptarse en servicios y prestaciones para ofrecer lo que ofrecen los hoteles. No sería el problema fundamental. El debate está en si hay tanto Imserso para tanta oferta, porque si los hoteles del programa rozan la rentabilidad con ocupación razonable, a ver qué harían si tuvieran que compartir clientes con los apartamentos que, quizá tengan el mismo derecho a entrar en el mercado. Lo del cheque de viaje para jubilados es una ocurrencia que no permite debate.
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