Por Tomás Cano
4/5/11.- Después de una década de rápido desarrollo, las compañías low cost nos han permitido a una gran mayoría de europeos volar a unos precios razonables.
Pero las compañías de bajo coste tienen que expandir sus horizontes para seguir manteniendo su predominio en el sector aéreo y seguir manteniendo el pie en el acelerador, ese es uno de los retos del bajo coste.
Los resultados financieros para estas compañías han sido espectaculares y en la medida que la demanda aumente serán todavía y de forma exponencial de mayor calado.
De las 36 compañías low cost entre todas ellas han aumentado su facturación un 19%, en 2010, teniendo una facturación global de 58,7 billones de dólares. Hay que mencionar aquí que se incluyen las americanas, ya que el bajo coste no solo se da en Europa, sino que tiene una larga historia en Estados Unidos.
Un dato para mí muy significativo de la salud que gozan estas empresas es el hecho de que las 10 top compañías tradicionales -léase por ejemplo Air France, etc…- en los años 2006 y 2007, siete de estas empresas de las 10 han perdido dinero, contrastando con las 10 top low cost que se han mantenido rentables.
Las compañías low cost se enfrentan todos los días a muchos retos pero sin lugar a dudas tienen uno muy importante, que es encontrar nuevas rutas. Tienen que crecer constantemente porque sino los costes aumentan, son como las uñas, crecen y hay que recortarlas, estancarse y no crecer es peligroso porque si no creces los costes crecen por ejemplo la plantilla envejece y cada año que pasa tiene un mayor coste.
En estos últimos años hemos visto cómo estas empresas han acercado ciudades pequeñas con otras similares por toda Europa, no solamente han crecido en el corto radio, sino también en el largo. Aunque a mayor recorrido y menos segmentos, o menos rotaciones, es un hecho que las obligará a aumentar en el largo recorrido sus tarifas, a pesar de ello siempre serán más económicas que las líneas tradicionales. EasyJet es un claro ejemplo abriendo la ruta de Londres y Amman en Jordania de cinco horas de duración, pero igual ha hecho Ryanair que cada vez tiene segmentos más largos en las costas del mediterráneo.
Merece admiración el esfuerzo de todas estas empresas, porque nada de lo que nos suceda que valga la pena tener lo obtendremos sin el esfuerzo y trabajo duro.
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