Drones: los ‘juguetes’ que invaden y paralizan el espacio aéreo

Los drones han pasado de ser un mero juguete a una aeronave con todo lo que ello implica. Hablamos con un experto en la materia, Pablo Morera, ceo de Gesdron, quien advierte de los riesgos que implica conducir uno de estos aparatos sin conocer la normativa vigente, llegando incluso a causar verdaderos estragos en el espacio aéreo como el ocurrido recientemente en los aeropuertos de Gatwick y Heathrow en Londres (Caos en Gatwick: miles de pasajeros varados por el ataque de los drones).

Hoy en día los drones se utilizan con cierta regularidad, en parte, porque se pueden encontrar en el mercado por menos de 100 euros, indica el experto. “Cualquier persona puede adquirir una aeronave de este tipo, con un manejo muy sencillo. Mucha gente vuela el dron como si fuera una cometa y muchos los usan sin cumplir la normatva”, advierte (Heathrow se paraliza durante una hora por el avistamiento de un dron).

El caso que ilustra a la perfección esta falta de conocimiento por la normativa en el uso de los drones es el vivido recientemente en dos grandes aeropuertos: Gatwick y Heatrhow en Londres que se vieron obligados a cerrar su espacio aéreo a causa del avistamiento de varios drones sobrevolando en sus inmediaciones. La normativa indica que los drones, si son de uso recreativo, no deben pasar más de los 20 metros de altura y pesar menos de 250 gramos. “A partir de ahí para arriba la limitación para volar está en 120 metros de altura, pero los drones pueden volar más alto si tu quisieras”, señala Morera.

USO EN ESPAÑA

El Real Decreto 1036 del 15 de diciembre de 2017 es el que regula en nuestro país la utilización civil de las aeronaves pilotadas por control remoto, conocidas como drones. En España hay unas 3.800 empresas que usan estos aparatos para fines profesionales, pero es una realidad que el uso particular de estos aparatos está creciendo a niveles del 30% anual, según los expertos.

Las empresas pueden usar drones cumpliendo con estrictos procedimientos de seguridad que debe aprobar la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) y consisten, entre otras cosas, en coordinarse con la torre de control de los aeropuertos avisando la hora y el día en que volará el dron. “Se puede volar en los aeropuertos, pero cumpliendo una normativa, no libremente”.

La normativa actual será sustituida por una ley de ámbito europeo que se hará efectiva en el primer semestre de 2019, dejando un tiempo prudencial para que entre en vigor paulatinamente en cada uno de los estados miembros de la UE, por lo que no será hasta finales de 2020 cuando esté instaurada en todos los países, confirma Morera.

El futuro de los drones va más allá del uso que se les da ahora, señala el experto, ya que la normativa europea es más laxa a la hora de permitir que estas aeronaves puedan transportar mercancías de un tamaño considerable e incluso personas. “El futuro del dron tiene que ser de seguridad para que el ciudadano esté convencido y tranquilo de que aquellas aparatos que sobrevuelan sus cabezas sean 100% fiables”, concluye.