Virtuoso es un comercializador de alojamiento de alto standing. Sólo élite, sólo máxima calidad, sólo máximo precio. Su director general, Matthew Upchurch, conoce cómo va este mundo del dinero, de sus gustos, de sus preferencias. Por eso sus análisis son anticipos de lo que vendrá. Y hace unos días, hablando a una cadena de televisión de Estados Unidos dijo que el futuro del turismo para los ricos está en el espacio. El primer viaje de Virgin Galactic tendrá lugar en unas semanas. Ese será el futuro del turismo para los más ricos.
Finalmente, parece que la compañía de Richard Branson va a ser capaz de lanzar su primer vuelo espacial para turistas. Cada viaje tendrá un precio de 250 mil dólares. Pero eso está a punto de empezar a comercializarse. Upchurch es uno de los primeros compradores de estos viajes, porque quien vende una experiencia así debe saber de qué habla.
“Hay sólo dos maneras que comprar los billetes para estos viajes espaciales: una es directamente al proveedor y la segunda es a través de agentes especializados que, en su casi totalidad son integrantes de la red de Virtuoso”. Upchurch considera que, sin duda alguna, los viajes espaciales serán la próxima sensación en el turismo para los pudientes. Upchurch dice que los clientes se dividen en dos grupos: o es su sueño y viajan o no pueden permitírselo, pero nadie se queda a mitad de camino.
Upchurch dice que ha hablado con muchos de los 600 afortunados que han viajado al espacio, en todos los casos por razones científicas o profesionales. Todos admiten que les ha cambiado la vida. Y eso es lo que ahora pretende ser explotado turísticamente. “Estar desconectado de la tierra, aunque sea por un periodo de tiempo breve –dice el máximo responsable de Virtuoso – cambia la perspectiva con la que vemos las cosas”.
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