Un amigo a quien le interesan estos asuntos de la aviación, pero que no está al tanto de la salud financiera de los fabricantes, me preguntaba hace unos días si yo creía que Boeing podría terminar cerrando con esta crisis que previsiblemente va a suponerle un fuerte sobrecoste económico. La respuesta es indudable: no existe el menor riesgo, ni el más remoto.
Las razones son dos: por un lado, su tremenda solvencia económica, acumulada en los últimos cinco años de vacas gordísimas en la aviación y, segundo, el respaldo del gobierno americano que hoy es más nacionalista que nunca y que le ha venido dando incontables contratos militares. No busquen en esto la explicación a nada porque Airbus y más aún Comac, el fabricante chino, respaldan estas industrias, absolutamente fundamentales para una economía moderna.
No obstante, una caída del 13 por ciento en una semana (equivalente a la pérdida de 33 mil millones de dólares en el valor de la compañía) es un verdadero problema para los accionistas que no reaccionaron rápidamente vendiendo apenas cayó el avión etíope, contando tal vez con que podría suceder algo similar a lo que ocurrió con el avión de Lion Air, que apenas afectó al valor.
Pero ahora el problema es más serio. Los abogados especialistas en derecho aeronáutico consideran que las cosas están muy mal para Boeing porque el segundo accidente se parece demasiado al primero. Si las causas fueran las mismas –y eso se sabrá con los datos de las cajas negras ahora en París– entonces es muy probable que todos los costes de esta tremenda crisis caigan sobre Boeing. Se trata de las pérdidas más los costes adicionales generados por la inoperatividad de 370 aviones en varios países del mundo, una cierta pérdida de clientes por las cancelaciones de órdenes que no serán al final muy importantes y, naturalmente, las indemnizaciones a los familiares de los pasajeros de los dos aviones y a las respectivas compañías. El propietario de Lion Air, que lleva meses indignado con Boeing, definitivamente se ha puesto en manos de Airbus para comprar aviones nuevos (Airbus saca tajada de la crisis de Boeing y ya gana en pedidos).
El gráfico de esta página muestra los datos: la línea superior es la evolución de Boeing; la segunda línea, en el medio, es la de Airbus que también va muy bien, aunque no tanto; mientras que la tercera es la línea importante, la del conjunto de las empresas del mercado de valores a nivel mundial (Este es el dato que obligó a paralizar el Boeing 737 Max).
Parece que aquí tenemos poca memoria histórica. Tras el accidente de Spanair todas las aerolíneas de bandera y de primera línea de Europa se quitaron de encima sus MD-80. Iberia apenas tardó unos meses en hacerlo. ¿La razón? Había habido un accidente igual ¡20 años antes!!!
Posteriormente, tras el accidente de Swiftair, no es que no lo quisiesen las aerolíneas de primera línea, sino que no lo querían ni las chárter, y el MD-80 quedó desterrado de Europa.
¿Y con dos accidentes en 5 meses no va a tener repercusión? Pues me quedo sentado esperando a verlo.
El año pasado, hice un Cancun- Atlanta en un MD de Delta.
No, hay ninguna posibilidad de que Boeing quiebre; está el tío Sam detrás con sus máquinas de imprimir.