Air Berlín cerró hace dos años cuando tenía el récord de pérdidas acumuladas. Ahora, ya fenecida, otra aerolínea hereda su título de la más deficitaria: lleva siete años en números rojos y pierde tanto dinero que Moody's, la empresa especializada en el análisis financiero ha dicho que esta aerolínea es hoy la mayor amenaza para la economía de su país. South African Airways, sin embargo, no es una compañía fácil de cerrar porque es una de las más antiguas del mundo, la primera en incorporar un avión con más de un motor en 1934. Pero, por muy histórica que sea, el gobierno de Sudáfrica tendrá que tomar una medida pronto porque no hay indicio alguno que de vaya a dejar de perder dinero. Ni de que pueda llegar a ser gestionada bien dentro del sector público.
South African (SAA) es una máquina de perder dinero. De hecho, ahora mismo está viviendo del último préstamo que le hace el gobierno, unos 220 millones de euros, que le permite simplemente estar operativa hasta el final de marzo. Pero en ese momento, nuevamente volverá mendigar más, porque es incapaz de generar suficientes ingresos.
Ahora mismo, SAA dice disponer de una estrategia para cambiar completamente su horizonte futuro, que exigiría tres años.
Pero pocos creen esto. Especialmente porque Sudáfrica tiene actualmente un gobierno absolutamente clientelista.
Los economistas sudafricanos que conocen el caso dicen que todo depende de la habilidad que tenga la compañía para crear ingresos. Pero hay muchas dudas sobre ello. Entre otras cosas porque SAA lleva siete años anunciando que, finalmente, ya tiene un plan para dejar de perder dinero y, al final de año, infaliblemente presenta números rojos.
Actualmente se considera que SAA no podrá tener beneficios hasta 2021 y para entonces habrá perdido 330 millones de euros este año, alrededor de 100 millones el año que viene, hasta que finalmente logre obtener algún beneficio. El director general de la compañía, Vuyani Jarana, ha dicho que cree que tiene un modelo correcto, pero que necesita tiempo y apoyo del gobierno.
Desde 1999, SAA ha recibido del gobierno nada menos que 58 mil millones de rands, equivalentes a 3.700 millones de euros, sin que ello haya bastado para que salga del agujero.
En Sudáfrica, muchos especialistas barajan la idea de que sería mucho más rentable para el país dejar que la aerolínea cierre y dedicar este dinero a educación o a cualquier otro servicio social.
Comprenderán que se han manejado todas las opciones, sin resultados. Una de ellas es la entrada de un socio privado que se encargue de reconducir el barco (avión, en este caso). Jarana, sin embargo, ahora dice que la compañía no está en condiciones de privatizarse, que primero tiene que recuperar una operativa de mercado.
Cerrar, desmantelar SAA. Tal como está no debe sobrevivir más allá de Marzo 2019, es la única solución.......... Pocos meses después de tan trágico suceso una aerolínea nueva privada ocupará las rutas rentables. Comprará los slots buenos de SAA. Tendrá una estructura de costes mucho menor, sin compromisos previos con sindicatos o gremios, solo rescatando (si le conviene) aquellos aviones modernos y rentables, negociando leases a la baja. Eliminando miles de puestos de trabajo inútiles y de mánagers con salarios estratosfericos, ambos casos crecieron por clientelismo político y de gobierno. Y un largo etc.
Debería el gobierno sudafricano pedir consejo a CK. Que te la compre otro país, la sanee y luego la nacionalizo aunque le cueste luego una sentencia en contra al país de miles de millones de dolares. Eso sí, seguirá siendo deficitaria pero ganará tiempo.