La recuperación de China tras semanas difíciles por el brote del coronavirus avala que esta emergencia sanitaria que vive ahora España tiene un final, y que el aplazamiento de un mes de viajes como el Imserso o la cancelación de vuelos por ese mismo periodo de los vuelos entre Europa y Estados Unidos puede desplazar los dos meses de temporada alta hotelera vacacional desde julio y agosto hasta agosto y septiembre.
Hoteleros contactados por preferente.com muestran que en zonas como el norte de Mallorca las reservas para la temporada alta no han sufrido una caída dramática, pero sí se va a aplazar la apertura de los establecimientos a junio, en lugar de abril como había ocurrido en años anteriores, de modo que el conjunto de la temporada puede alargarse incluso con un mes de octubre de altas ocupaciones.
La caída del ánimo y confianza del consumidor estos días por las medidas extremas se espera que del mismo modo pueda repuntar una vez las cifras de contagio vayan remitiendo y la ciudadanía se acostumbre a su rutina extraordinaria, unido ello a que la subida de temperaturas, si no ser implacable contra el coronavirus como apuntan algunos estudios, sí pueden reducir su capacidad para propagarse.
La suspensión de colegios durante las próximas semanas también puede desplazar el final del curso actual y el inicio del próximo, por lo que las vacaciones de verano, que influyen en disparar las ocupaciones en hoteles de playa, pueden verse así desplazadas un mes, desde julio y agosto hasta agosto y septiembre, con lo que los hoteleros vacacionales afrontan un posible escenario de bonanza para un mes como septiembre que suele ser menos provechoso que el anterior de agosto, tras un mes de marzo con las rutinas y el consumo turístico frenado.
Co la hola de parados y despidos que va a haber lo dudo mucho.