Norwegian puede que no tenga éxito económico en su negocio pero sí lo tiene en crear un terremoto entre las compañías tradicionales, a las que está haciendo la vida imposible. Y eso sin haber puesto en marcha su estrategia más agresiva, que son los vuelos a 100 euros, desde Europa a la coste este americana, con aviones de un pasillo, mucho más baratos de operar. Las 'grandes' tienen los nervios a flor de piel, porque recuerdan cómo han perdido su mercado europeo y, por ello, todas corren a tapar los huecos por los que podrían perder el control del negocio del largo recorrido, su fundamento económico desde que desaparecieron del corto y medio radio europeos. ¿Qué hacer ante esta irrupción, que ya opera desde Malpensa, Barcelona, París, Londres, varias ciudades irlandesas, Belfast, Edimburgo y, por supuesto, las capitales escandinavas a Estados Unidos, Latinoamérica, Caribe y desde ahora también al Extremo Oriente?
IAG, el holding que agrupa a British Airways y a Iberia decidió crear Level. Level, además, opera tanto desde Barcelona como desde París y ofrece un producto que, esencialmente, se corresponde con lo que ofrece Norwegian. En Alemania, Lufthansa, que no tiene esta competencia tan frontal, también lanzó Eurowings en el largo radio, para prevenir los posibles impactos de la competencia noruega que más pronto o más tarde terminará por recalar en sus aeropuertos.
¿Y Air France-KLM? El grupo franco holandés también reaccionó lanzando una nueva compañía que todo el mundo pensó que iba a ser comparable con Eurowings y con Level, intentando ocupar el hueco que Norwegian –y después Level– le amenazaban. Pero no, aunque inicialmente la intención era la de crear una aerolínea que se iba a llamar Boost y que sería low-cost, al final el grupo francés salió al mercado con otro producto, Joon, que no va dirigido al low cost sino que es otra cosa. ¿Qué es Joon? Según Air France, es una aerolínea dirigida a los 'millennials'. Los analistas aeronáuticos tuvieron un buen motivo para reírse un rato con una idea tan descabellada. (No se pierdan esta burla del proyecto Joon, producida por la francesa Canal+, en inglés.) En este entorno aeronáutico, o se ofrece un servicio convencional o se ofrece un servicio low-cost, pero la idea de un servicio cool, dirigido a jóvenes y con precios casi iguales a los de la primera marca, no lo entiende nadie. Y ahora parece que tampoco lo entiende la dirección de la propia Air France, pese a que en los primeros meses Joon está funcionando bien.
Pero, sin embargo, el diario La Tribune dice que Air France finalmente se ha dado cuenta de que este invento no resuelve el descosido que está provocando Norwegian y Level y, por lo tanto, vuelve a pensar en crear otra aerolínea, ahora low cost, de verdad. O sea, muestra clara de que Air France está perdiendo el control de sus decisiones, que da bandazos, que no tiene una idea de por dónde ir.
En la presentación de sus resultados anuales, el director general de Air France, Jean-Marc Janaillac, no tranquilizó precisamente a los inversores. Preguntado por un analista sobre qué riesgo representa la operación de Norwegian respecto del negocio tradicional de Air France, Janaillac dijo que no estaba seguro de la “sostenibilidad de su modelo de negocio. Creo que algunos datos que tenemos nos muestran que no es algo sencillo”. No, precisamente esta no es la respuesta más tranquilizadora que se haya escuchado.
Por algo el valor de AirFrance-KLM está en su nivel más bajo en ocho meses, con una caída del seis por ciento sólo en el día en que anunció sus resultados y Janaillac hizo estas declaraciones.
Los datos tienen más sombras aún: por un lado, Air France-KLM es la compañía con peores resultados de los tres grandes consorcios europeos (IAG y Lufthansa son las otras dos), la que tiene la menor flota de aviones al servicio del low cost (sólo Transavia, lejos de Vueling, la apuesta de IAG) y sus costes, excluido el combustible, aumentaron un 1.7 por ciento en el ejercicio pasado, mientras que, por ejemplo, los costes de Easyjet o de Ryanair, ya de por sí muy competitivos, bajaron un uno por ciento.
La confusión en París se agrava con las huelgas de los empleados, en las que diez sindicatos, o sea casi toda la plantilla, piden más aumentos salariales y la compañía apenas ofrece una variación simbólica. ¿Cómo explicarles a los trabajadores que no tendrán aumentos, mientras nadie entiende la aventura de Joon?
Toda la esperanza queda ahora depositada en un plan estratégico que Janaillac dijo que presentará en los próximos meses y que aclarará el futuro del grupo. Mientras, la inestabilidad se incrementa en una de las potencias tradicionales del mercado aeronáutico europeo.
Esto no ha hecho si no empezar . Por qué vendrán los vuelos de largo recorrido desde aeropuertos que no son hub como Madrid. No será descabellado en poco tiempo ver vuelos desde Palma, Málaga ,Gran Canaria, Sevilla etc a destinos de EEUU ,Caribe etc
si hay tarifas por 69 euros trayectos desde Europa a EEUU es que se puede. Las grandes tendran que bajar precios. Cada vez los aviones nuevos consumen menos. Mas silenciosos.
Uno de los motivos para que “se pueda” es que actualmente el personal del aeropuerto cobra sueldos ridículos. Luego las compañías cada vez dan peor servicio y cuando hay una avería o algo no te pagan ni el hotel. Lógico. Es posible que aún se pueda volar más barato pero está claro que el siguiente paso será acabar con la carga que suponen los derechos de los pasajeros. Luego nos quejaremos.
¿Y por qué no 20 euros o ya puestos 10? No sé en qué trabajas y ni me importa pero lo mejor sería pagarte 100 euros al mes, así el coste de lo que produjeras caería en picado y si ese producto se puede comprar pues mejor para el consumidor.¿o es que sólo te interesa lo barato en lo ajeno?. Hipócrita