Desafortunadamente, nadie fuera de nuestras fronteras escucha a nuestros políticos, porque si al menos un ciudadano extranjero respondiera a los viajes promocionales que hacen, hoy estaríamos en la cúspide mundial en cuanto a número de visitantes. Desde que tenemos autonomías, no existe un único rincón en el mundo que no haya sido objetivo de la intensa acción promocional de nuestros representantes. Recuerdo incluso un consejero que estuvo haciendo promoción en un lugar tan inverosímil como Mosquitia, en Honduras, sin que nadie respondiera a su llamada. Por supuesto, han ido a Cuba, a toda Latinoamérica, al Extremo Oriente o a Canadá, como allí estuvieran nuestras canteras turísticas.
En realidad, no es que los extranjeros nos ignoren, es que ellos, como nosotros, funcionan con criterios de optimización de su tiempo y dinero. Un viajero, si está dispuesto a hacer un viaje de largo recorrido, busca en general destinos con atractivos remarcables. Si, por el contrario, hace un viaje de menor envergadura, acepta hacerlo a un producto vacacional. Si usted hace un viaje a las antípodas, procurará sacarle el máximo provecho en todos los sentidos, de forma que probablemente no busque allí dónde pasar unos días al sol, sino cuál es aquella oferta que no encontrará en ningún otro lugar.
Obvio. Simple. Lógico. Pero nuestros políticos no proceden con esta regla. Ellos escogen un lugar en el que no hayan estado, que enriquezca su bagaje cultural, que proporcione un buen argumento para contarle a los nietos cuando no puedan levantarse de una mecedora, y entonces, en torno de ese destino, buscan razones para viajar. El mundo al revés.
Por eso, algún municipio pequeño ha ido a Miami a ver cómo podría atraer cruceros; otros han recorrido Panamá, como si ese fuera un mercado potencial de primera importancia; hay quienes han ido a China a vendernos que de ese país podríamos tener un río de viajeros; y no hablemos de cuántos han recorrido California contándonos que probablemente en un futuro esta sea nuestra fuente de clientes.
Todo perfectamente absurdo, incapaz de superar el análisis más simple. ¿Cómo se puede concebir que un viajero suba a un avión en Los Angeles, viaje hasta Nueva York o Miami, cambie allí por un vuelo que lo deje en Madrid, para enlazar desde allí hacia Gerona, Alicante, Málaga o Mallorca, esperando entonces pasar siete días en un playa? Si ese viajero dispone de siete días y pretende tomar sol y ver una playa, lógicamente pensará antes en México, el Caribe o, incluso, Hawaii. ¿Debemos descartar totalmente que se pueda abrir un mercado de este tipo? Sí, si hablamos de turismo de sol y playa. En todo caso, jamás vamos a poder justificar el gasto en relación con el retorno posible.
Otra cosa sería que este tipo de promoción se hiciera por el viajero cultural, el que buscar estar unos pocos días en Madrid, Toledo, Segovia, Sevilla, Barcelona para después continuar su viaje en París, Roma o Venecia. Esto es otro perfil, que no coincide con lo que nuestras regiones turísticas han ido a buscar por el mundo.
Este tipo de viajes promocional no es sólo frecuente, sino que prácticamente es diario. Hoy mismo seguro que alguno de nuestros dirigentes está buscando viajeros en algún lugar extraño e insospechado. Como cuando van a Cuba, sabedores de que lograr permiso para abandonar el país es virtualmente imposible.
En estas manos está la gestión de la promoción turística en las autonomías y los ayuntamientos españoles. No es promoción, es un pretexto para colar allí la justificación de cualquier tipo de viaje, por extraño que sea. (Pretexto que compite con la pretensión, también etérea e incuantificable de captar inversiones y empresas, como si un consejero o un concejal fueran razones suficientes para que las empresas elijan una determinada región para invertir. Sin temor a exagerar, probablemente estas visitas, el discurso vacío de nuestros representantes y la poca seriedad del contenido de las reuniones, sean motivo suficiente para que desaparezca cualquier hipotética posibilidad de inversión.)
Lamentablemente, mientras cada día uno de nuestros representantes emprende un costosísimo viaje que no nos servirá para nada, los ‘caladeros’ de turistas están abandonados. ¿De dónde procede la mayoría de los visitantes de una región? Normalmente de muy cerca, de la autonomía vecina, del país vecino y, si la conexión es por avión, casi nunca en vuelos de mucha duración. ¿Ha visto a alguien organizar eventos de promoción turística en otras regiones del país? Hace más El Corte Inglés con sus promociones de productos de otras zonas de España, que muchos de nuestros políticos.
La promoción del turismo no necesita más dinero (al menos no prioritariamente) sino más profesionalidad, más racionalidad, más seriedad. Alguna autonomía, tras quedarse sin Presupuesto como consecuencia de la crisis financiera, ha tenido que dejar casi en nada su gasto en promoción. ¿Qué ha ocurrido? Ha aumentado su número de visitantes. ¿Se pueden relacionar las dos cosas? No, por supuesto, pero sí se puede afirmar que nuestros caladeros tradicionales de turistas tienen unas dinámicas fijas y que funcionan solas, al menos en cuanto al público normal. ¿Se necesita la promoción en estas zonas? Claro, pero para modificar la imagen que proyectamos, para vender ciertos productos especializados, para romper la uniformidad que arrastramos, para no depender de la crisis que tengan los egipcios.
Pero, mientras esto es urgente, nuestros concejales y consejeros (cuando no algún presidente) viajan a destinos extraños para justificar sus futuras ‘historietas’ para nietos incrédulos.
En mi opinión nos podríamos ahorrar la mayoría del gasto público dedicado a la promoción turística empezando con Turespaña. La mitad de ese dinero utilizado por el sector privado tiene el doble de resultados para los destinos.
Esto nos pasa por dejar los negocios en manos de políticos y no de profesionales y técnicos.
Algunas normas dirigidas a los políticos para una buena promoción turística:
1.- No confundir viajes de fraternización con promoción turística.
2.- Para promocionar su ámbito (nacional, regional, provincial o local) no es necesario viajar con los cónyuges.
3.- Viajando en clase turista también se promociona bien.
4.- Lo mismo para el alojamiento y los restaaurantes del lugar donde usted quiera promocionar su estado, autonomía, provincia o municipio.
5.-Los viajes de presunta promoción no sirven sin la ayuda y presencia de los factores profesionales.
6.- El exceso de cargos públicos, con sus correspondientes asesores y guardaespaldas, en una feria turística no son directamente proporcionales a los resultados obtenidos.
7.- Frecuentemente ocurre que los lugares más exóticos para viajar no coinciden con la presunta demanda de sus ciudadanos para nuestro producto turístico.
8.- Sería conveniente que optimizasen sus agendas, a veces en 1 día se puede hacer el trabajo sin necesidad de pasar el fin de semana de turismo a costa del contribuyente.
9.- Por favor, no sigan diciendo que van a tal o cual sitio para aprender y ver cómo resuelven allí sus problemas turísticos, porque la teoría nos la sabemos todos.
10.- Si de verdad quieren promocionar su ámbito geográfico turístico cuiden la seguridad ciudadana, las infraestructuras, la limpieza, las conexiones y demás conceptos que no requieren tanto viajecito inútil.
RESUMEN.- No sean ustedes tan patéticos como los dirigentes municipales de la película "el turismo es un gran invento", aunque viendo la cinta uno se pregunta si desde 1968 ha cambiado algo en España en lo que a promoción turística se refiere.
Otra secta inútil generadora de gastos y pocos ingresos. En este país sobran políticos y varios.
Menos mal que alguien lo ha dicho claro ,el presente artículo hace tiempo que debería haberlo leído alguno de nuestros políticos que "promocionan".
Y que dicen de.... Spain.info
Que ofrece la venta de viajes a través de su web que pagamos entre todos los españoles.
Y para mayor humillación de los que ganamos la vida vendiendo viajes, se lo facilitan y promocionan una empresa que no es española Skyscanner con domicilio social en Edimburgo...
Esto es como si Hacienda promocionara en su web la creación de empresas en Gibraltar porque se pagan menos impuestos.
Sinceramente, no lo entiendo! y además, es como poco... para dejar de pagar impuestos!!!
Estaeslacosa, totalmente de acuerdo con las normas detalladas.. añadiría que cuando su augusta esposa no puede o no quiere acompañarles (vital para la economía de las tiendas del lugar) se ven obligados a alargar su jornada trasladando la promoción a lugares de gran alcance.. por la cantidad de nacionalidades que en esos lugares se acumulan.. un montón de paises visitados en un abrir y cerrar de "discretas lucecitas"...
Desde mi punto de vista, este artículo no es nuevo, dada la clase política que tenemos. Si utilizan otros departamentos de poder para ciertos beneficios, la promoción turística es lo que les permite irse de vacaciones. Hasta aquí totalmente de acuerdo.
En Canarias estamos viendo como los responsables de organismos públicos hacen una promoción en destinos que no son objetivos de las islas, mientras que los presupuestos de los que sí lo son, se ven drásticamente reducidos.
Pero creo que tengo que no estar de acuerdo con el artículo en algo. Desde ciertos estamentos públicos se están realizando esfuerzos para promocionar las distintas regiones españolas. Dentro de Turespaña existen distintas Oficinas Españolas de Turismo que realizan acciones de diversa índole con el fin de hacer interesante el destino España y así atraer al mayor número de turistas.
Es correcto que estos viajes "promocionales" de nuestros gobiernos no son en absoluto promocionales, lo digo porque soy testigo. Trabajo en marketing directo en una empresa italiana y he tratado de hacer entender a nuestros politicos a lo largo de infinidad de ferias de turismo como no se debe hacer promocion y como se podria obtener mas resultado (algun resultado, en algunos casos). En concreto, un ayuntamienbto de la comunidad valenciana, estaban en su stand pero no atendian, se limitaban a relacionarse entre ellos (beber, comer, juntos, eso si). Tambien puedo atestiguar que en la plaza del Duomo de Milano han hecho una promocion tan absurda que no crei lo que estaba viendo, la promocion consistia en promocionar la marca con un futbolin... Y asi, infinidad de desatinos. No es raro que no se obtengan resultados de la inversion realizada en promocion...