En más de una ocasión he recordado en este digital cómo decisiones inexplicables e incomprensibles convierten la experiencia del viajero en una carrera de obstáculos, en una aventura absurda y ridícula. Todos hemos visto cómo un botellín de agua tiene que ser arrojado a la basura porque, nos explican, con eso se puede montar un poderoso explosivo. Metros después de pasar el control de seguridad, nos vuelven a vender el mismo botellín de agua, ahora sí legalmente. Lo aceptamos como si con eso estuviéramos haciendo algo responsable, renunciando a ejercer una crítica elemental.
Todos hemos sufrido a algún miembro de la tripulación de un avión reñirnos porque nos habíamos anticipado en encender el teléfono, sugiriéndonos con su mirada, cuando no con sus gestos y palabras, que estábamos jugando con las vidas de muchas personas inocentes. Lo normal es que no podamos concluir la lectura de un libro, o que debamos dejar un trabajo a medio hacer, porque el avión va a aterrizar y aquello puede interferir con los aparatos del avión y ocasionar una tragedia. Yo, personalmente, no olvidaré a una azafata alemana de Condor, que en el aeropuerto de Frankfurt me trató como a un terrorista por haber hecho una llamada dentro del avión, cuando aún las puertas estaban abiertas y la mitad del pasaje no había accedido a la aeronave. No sé lo que dijo, pero imaginé que me recordaba familias destrozadas, niños llorando, viudas plañideras. ¡Horror, Jaime, cómo pudiste hacer algo así!
Por supuesto que en privado, sin que nadie se imaginara mi pensamiento crítico, muchas veces me pregunté cómo es posible que mi ordenador afecte al avión cuando no está conectado con la red, ni enviando señales; claro que me detuve más de una vez en mi casa a analizar cómo era que la cafetera o el microondas sí funcionan normalmente pese a que mi ordenador está encendido, mientras que un avión, aparato ligeramente más sofisticado que mis equipos caseros, no resiste el impacto de un iPod, un PC o una calculadora. Al final, en contra de las evidencias, me convencí de que quizás tuvieran razón. Siempre es mejor renunciar a pensar que luchar contra el mundo, porque si las autoridades de todo el universo dicen que mi ordenador es peligroso, rebatirles es inútil.
Pero no, tal como me temía y ya casi no me atrevía a admitir, todo era una tomadura de pelo. Este jueves pasado, la Agencia Estadounidense de Aviación anunció que los pasajeros podrán usar sus dispositivos electrónicos en los aviones, incluso durante los despegues y aterrizaje. Atención, no ha dicho que se ha descubierto un sistema de bloqueo que se aplicará a todos los aviones y que, por ende, protegerá sus sistemas, sino que se han cansado de hacernos esta inocentada y, en consecuencia, a partir de ahora todos los equipos podrán estar encendidos porque no tienen ningún efecto sobre el avión. Ahora los americanos descubre que “la mayoría” de las aeronaves pueden tolerar las interferencias de las señales de radio que generan estos artefactos. Ojo, dicen “la mayoría”, para que pensemos que hay por ahí algún avión que se hubiese caído, pero que ahora les da igual. Serían pocos aviones.
Se mantiene la prohibición de habilitar las funciones telefónicas, aunque ustedes me permitirán que ahora haga pública mi duda respecto de esta medida. ¿O es que los aviones no están atravesados por las ondas de los walkie talkie del personal del aeropuerto? ¿O es que la señal de los satélites que va y viene de la Tierra no alcanza a las aeronaves? ¿O es que las ondas de las estaciones de telefonía móvil no alcanzan a los aviones cuando estos están en su radio de cobertura? Bien, de nuevo dejemos el asunto, como si fuera una necesidad imperiosa.
No se pierdan la explicación que dan los americanos (en Europa no habrá explicaciones, salvo que siguen a los que saben, porque aquí no pensamos): afirman que las normas se han quedado obsoletas. O sea, como si dijeran que pasar un semáforo en rojo quedó obsoleto, o como si una disposición tuviera fecha de caducidad: las interferencias provocarán caídas de aviones los veinte primeros años, pero después ya no. ¿No decían que el avión podría caerse? ¿Cómo se queda obsoleto este riesgo? El segundo motivo aducido es que hicieron un estudio y preguntaron a los pasajeros y estos prefieren poder usar los equipos. ¿Sugieren que los pasajeros tenemos voz en qué es o no es seguro en un avión? Sí que vamos bien. Y, finalmente, citan una tercera razón, que los pilotos ya usan tabletas en diversas operaciones y que no pasa nada. En efecto, muchas aerolíneas tienen sus manuales ahora en tabletas, porque son más rápidamente accesibles. Los expertos americanos añaden que usan las tabletas para cuestiones profesionales, no personales, como si los sistemas del avión se pudieran bloquear si vieran las fotos que tenemos en la tableta, pero nunca si la interferencia viene de tocho ingenieril.
La verdad es que las autoridades deberían decirnos que hasta ahora nos han venido tomando el pelo de mala manera, de la misma forma que requisar botellines de agua, como todos intuimos, es una sandez de un papanata que no tiene otra cosa que hacer que fastidiar a la gente. El asunto es una excelente oportunidad para recordar a los ciudadanos que no debemos dejar de pensar, de tener la cabeza sobre los hombros y de darnos cuenta que la racionalidad y el sentido común se aplican siempre, por mucho que esta pandilla de 'expertos' nos gaste estas bromas.
Muy buen artículo. Nos molestan, nos hacen antipáticos los viajes, nos tratan como a terroristas y al final todo es una tomadura de pelo
Articulo que deja ver la poca preparación del que lo escribe en fisica, electronica o sistemas de telecomunicaciones, para opinar hay que saber de que se habla y usted lo unico que hace es mostrarle al mundo su ignorancia, no me extrañaria verle dando clases biologia molecular seguramente sepa mas que de interferencias electronicas y normativa aeronaútica
El caso es que solo en España hay unas cuantas sentencias contra algunos pasflyeyajeros que incumplieron las instrucciones de la tripulacion para que cumplieran con la norma que prohibe el uso de componentes electronicos y SE DEMOSTRO QUE SI AFECTAN a los elementos electronicos del avion poniendo en jaque la seguridad. Y ojo, en los avionrs mas evolucionados hasta los frenos, direccion o control de los motores estan gestionados por ordenafores incluso en el suelo
Lo que sí que es peligroso para la "seguridad intelectual" es que publiquen artículos tan fuera de lugar como éste. Opinar es libre e incluso muy sano, pero hay que hacerlo con rigor.
Si el autor de ese este esperpento se hubiera molestado en preguntar a profesionales que trabajan "a pie de obra", como pilotos o tcp's, se hubiera enterado de la cantidad de problemas surgidos a bordo debido a interferencias electromagneticas por aparatos electrónicos,
Otra cosa es que los equipos electronicos de un avion, hayan sido blindados correctamente de manera que sean inmunes a esas interferencias. Que es lo que permite eliminar las restricciones de uso de aparatos a bordo.
Mientras tanto, les recomiendo, por su propio bien, que sigan a rajatabla las indicaciones del personal de la compañía en la que vuelen.
A ver, yo no entiendo cómo es posible que el autor sea un ignorante y de pronto el Gobierno de Estados Unidos admite que se podrá volar con los ordenadores encendidos en el despegue y el aterrizaje. EGO y Javier, ¿queréis decir que ahora con este permiso nos estaremos jugando la vida?
¿Cuándo nos decían la verdad, cuando no podíamos encender el ordenador porque se podía caer el avión o ahora que nos lo van a permitir? Ego y Javier, por favor, un poco de luz que estoy perdido.
El gobierno de usa lo que ha visto es que los problemas causados por los aparatos electronicos ha sido solucinados por las tripulaciones con daños menores. Hasta ahora.
Por otra parte ven que hay negocio en la utilizacion de esos aparatos y en opinion de los gobernantes el valor del riesgo de los ciudadanos es inferior al beneficio economico...para algunos
Lo primero de todo la FAA no ha aprobado nada todavía. Está en vías de ser aprobado, pero aún no hay nada confirmado, y desde luego hasta que llegue a Europa queda mucho.
Lo segundo, de momento solo será en los EEUU, y en aviones certificados para ello (han de inmunizar determinados equipos de los aviones)
Lo tercero, SI QUE HAN EXPLICADO MUCHAS VECES EL POR QUÉ DE LA PROHIBICIÓN, Y ES QUE INTERFIERE CON LOS ELEMENTOS ELECTRÓNICOS DEL AVIÓN.
EL motivo de que no expliquen el motivo de la prohibición es que los profanos no lo entenderían... Por ejemplo, cuando el avión empieza el descenso, y alguien lleva el móvil encendido, en cuanto el avión empieza a estar a una altura donde los móviles van cogiendo cobertura suelen saltar una serie de fallos en lo equipos de navegación que pueden comprometer la seguridad de la navegación. En el A320 por ejemplo que te salte un "TCAS Fault" durante la aproximación que es cuando los móviles empiezan a coger cobertura, es un clásico. Pero si esto se lo cuentas a alguien que desconozca los sistemas de un avión no lo entendería.
Cuarto, lo que le sucedió al señor que escribe este artículo en un vuelo de Cóndor muy posiblemente sea debido a que el avión estaba reportando combustible mientras embarcaban los pasajeros.
Es una práctica que se realiza para acortar escalas, pero que requiere una serie de medidas de seguridad, entre las que está la de no hablar por teléfono, ya que el repostar combustible, los gases que se generan y las chispas no son buenos amigos... Por el mismo motivo que tampoco se puede utilizar el móvil mientras se reposta el coche en una gasolinera.
Las azafatas suelen dar un speech al pasaje indicando que se está repostando y que por favor no enciendan los móviles por seguridad, pero seguro que el señor que escribió este artículo no lo oyó pues estaba muy ocupado hablando por el móvil.
Quinto, referente a que hay personal del aeropuerto que hablan por walkie-talkie .... No voy a ponerme a explicar la diferencia de longitud de onda, frecuencia etc etc de un walkie y un móvil...cualquiera que haya estudiado física en 2 de BUP lo conoce.
Por eso, y ante el desconocimiento general del pasaje de lo que esta sucediendo en todo momento en un avión, lo mejor es no ir de listillo y hacer caso a las instrucciones del personal de vuelo que no se dedican a dar instrucciones por placer.
Espero que el autor del artículo reflexione un poco sobre lo que ha a escrito, así nos llegan luego los pasajeros que nos llegan incumpliendo con todas las regulaciones de seguridad... Muy muy acertadas apreciaciones las realizadas en los comentarios; Gracias. No hay mucho más que añadir.
Ya sabemos el mal que hacen algunos juntaletras que se autodenominan "periodistas" y que se caracterizan por "saber de todo".
Qué atrevida es la ignorancia......
Soy piloto de Iberia con muuuuchos años de experiencia en Airbus 320 y 340. Si les soy sincero nunca me he creido lo de las interferencias por el uso de equipos electrónicos. Lo que sucede es que no está demostrado ni lo uno ni lo otro y las operadoras, las autoridades y los fabricantes se curan en salud. Ahora tras muchos años y muchas experiencias, los americanos concluyen que no hay caso. Eso explica el cambio de postura. No se trata de que se haya engañado a nadie sino que cuando empienza el boom de las equipos electrónicos se desconoce su influencia en los aviones y se decide curarse en salud. Así de secillo. Insisto, yo tengo muchas horas a bordo de Airbus y muchas experiencias en las que al no tener explicación un fallo se lo atribuíamos a los telefonos fundamentalmente pero nunca se demostró que esa fuera la causa. Por mi parte no me ofrece la más mínima inseguridad que se usen estos dispositivos a bordo.
Me da a mí que tienes de piloto en Iberia lo que Amador de ingeniero de telecomunicaciones o técnico de la NASA.
Lo que se está planteando es que se puedan utilizar dispositivos electrónicos condicionados a que operen en modo vuelo (en el caso de los móviles), lo que indica que SI interfieren los teléfonos de marras cuando algun descerebrado se dedica a mandar SMS o llamar a casa diciendo que esta llegando... A mi ya me han dado indicaciones de que se vaciaba un depósito hidráulico (por un gracioso con un discman sentado proximo a la ubicación del mismo), fallos de TCAS, y hasta he visto indicadores de vibración de un 727 moviéndose en sincronía con un teléfono del tipo que iba sentado al lado de uno de los motores laterales. Otros compañeros se han quedado sin frenos en un 320 o son dirección de rueda de morro.
Asi que menos tirarte el pego. Con afirmaciones tan peregrinas lo unico que haces es garantizar que siempre habra alguno que crea justificado el uso del móvil cuando le de la gana. La seguridad de la operación de vuelo queda en entredicho, pero eso parece que a algun iluminado le da igual. Total, quedarse sin TCAS en IFR en sitios como Chicago, Londres o Nueva York es pecata minuta.
Lo que hay que leer...
Muchos pilotos, muchos estudios, pero después de leer lo que habéis escrito y lo que ha dicho Estados Unidos, pienso que el periodista tiene razón. No tienen ni idea y por las dudas prohiben. Y ahora desprohiben también por las dudas. Joder, en qué manos estamos.
Yo me fio mucho mas de un pilot@ que tiene una experiencia diaria en este tipo de cuestiones y no de un pseudoperiodista que escribe un artículo sentado en un despacho y que de manera directa no se ve afectado por todo esto. ..dejemos a los ententidos
Buenas,
He visto comentarios acertadísimos de EGO, de Constellation, etc etc. Me gustaria poner mi granito de arena, como Técnico de Mantenimiento especialista en aviónica que soy hace 17 años, amén de otros pocos más como especialista en electrónica, ante el tremendo disparate que el Sr. Amador, armado caballero de la Real Orden de los voltios y los hercios por sabe Dios quien, acaba de derramar en este medio.
Sr. Amador:
Con el debido respeto a su persona y su profesión de periodista, usted no tiene ni la menor idea de lo que esta diciendo. A usted, (que piensa que sólo Ryanair es aerolínea, entre otros muchos disparates), debo pedirle por favor que vuelva a su Instituto de Educación Secundaria para que su profesor de física le de clases, porque todo fundamento radioeléctrico que haya recibido se le ha olvidado por completo.
Comprendo que es una incomodidad que no le dejen a usted ni a los otros ciento (o doscientos, o trescientos) y pico pasajeros utilizar el móvil mientras el avión se encuentra en vuelo, pero esto es debido a varias cuestiones relacionadas con la potencia (aumenta significativamente con la distancia que les separa de los repetidores) y frecuencia de la señal de los dispositivos GSM y UMTS (muy cercana a las bandas de UHF y SHF que se usan en dispositivos de navegación como por ejemplo Transponder, TCAS, Radioaltímetro, Senda de planeo o GS, GPS...). Por si no lo sabe usted, un teléfono móvil puede transmitir hasta en 4 bandas diferentes de frecuencias, a máxima potencia, en aras de localizar un repetidor que le proporcione la tan deseada cobertura. Y mientras hace este proceso, la información del avion puede "desaparecer" de la pantalla de un controlador por fallo de transponder, chocar con otro avion por fallo de TCAS, o estamparse contra el suelo a causa de una lectura errónea de radioaltímetro o de una captura de una distorsionada señal de GS durante una aproximación IFR (guiada por instrumentos, Sr. Amador).
También es un fastidio que no pueda "wasapear" durante el embarque, pero como bien explicaba Constellation, puede que se esté repostando mientras tanto, y usted ni se esté dando cuenta.
Mire, por interferir, hasta una mínima interferencia en los procesadores de los diferentes sistemas del avión (presurización, hidráulico, piloto automático, mandos de vuelo, eléctrico, neumático, navegación, comunicaciones... ¡hasta en los WC hay computadores!), puede hacer que aparezcan falsos avisos de avería en cabina, obligandole a usted y a sus compañeros de vuelo a tomar en emergencia en el aeropuerto más cercano y provocarle muchas horas de retraso hasta que se verifique por un técnico de mantenimiento que la avería era espúria y causada por interferencias. Imagine usted un avión como el B787, el A380, la serie E-jets de Embraer, los Bombardier C-series, todos ellos orgullo y punta de lanza tecnológica de sus respectivos fabricantes, desviado y aterrizado en emergencia por un aviso de EICAS o ECAM (consulte la wiki para saber qué son) provocado por un móvil. O por más de uno, que a bordo van equiscientos pasajeros cada uno con su cacharrito. Bien, despues de imaginarlo, piense qué cara se le quedaría a usted si el móvil causante de la interferencia fuese el suyo, y hubiera que darle nombre y apellidos del titular a los restantes pasajeros... A mi no me agradaría en absoluto estar en ese pellejo. Y mucho menos si uno de los pasajeros fuese un juez o un fiscal, por aquello de haber incumplido la Ley de Navegación Aérea entre otras normativas, que PARA ALGO ESTAN.
Veo satisfactorio que se permita el uso de dispositivos NO radioemisores durante las fases de despegue y aterrizaje, en aviones debidamente inmunizados. Hablando de inmunización... ¿Sabe que no hace muchos años se les instaló de manera obligatoria, a todos los aviones, unas radios de VHF para comunicaciones de control aéreo que fuesen inmunes a la banda de FM comercial de 88 a 108 MHz, porque había zonas que los pilotos no oían las órdenes de la torre de control?
Volviendo a los dispositivos, olvídese de wifi, bluetooth, cascos inalámbricos, walkie-talkies, tablets con conexión 3G-4G y/o similares. ¿Que por qué? Sencillo. ¿Que pasa en este país? Que nos dan un dedo y agarramos todo el brazo. Y como las señoras y caballeros con una licencia de TCP no tienen por qué conocer todas las marcas y modelos de dispositivos, ni menos aún saber si emiten o no ondas radioeléctricas, pues por aquello de más vale prevenir, ninguno. Y listo. Nos guste o no. Porque menos nos iba a gustar estrenar pijama de madera.
En los diecisiete años que llevo entre chispas aeronáuticas (permítame la nota de humor), he visto casi todos los sistemas del avión fallar. Le puedo argumentar y probar con hechos y física que al menos las tres cuartas partes de las averías espúrias son causadas por interferencias de los móviles sobre los computadores en el momento del descenso o ascenso. Y más de un retraso, más de un desvío a aeropuerto alternativo, más de un buen susto, se podrían haber evitado si ese pasajero hubiese apagado el móvil. ¿Seguridad o comodidad? He ahí la cuestion. Lo malo es que se me acaba el espacio de escribir y no quiero agotar la paciencia de los lectores.
Mencionaré a Alex para terminar: ¡Que atrevida es la ignorancia...!