Madrid.-12/03/09.- La hecatombe de la industria aérea española ya tiene cifras: 90 aviones menos en el plazo de un año. La flota de aeronaves comerciales se ha quedado en 397 unidades y cosecha el que según el propio sector es el mayor porcentaje de reducción de aviones de los últimos 30 años, un 19%.
Los datos proceden del registro de aeronaves correspondiente a febrero, según publica elmundo.es. Los recortes afectan a todas las grandes compañías, si bien las más perjudicadas fueron las de vuelos chárter Hola Airlines, Gadair y Gestair, que en 2008 perdieron un 80, 50 y 25% de flota respectivamente. En el negro pantano del concurso de acreedores se quedaron 38 aviones de Futura, LTE, Lagunair, Air Class Airways y Bravo Airlines.
En el que fue sin duda el año de las compañías low cost, que transportaron a uno de cada dos turistas extranjeros aterrizados en España, una de las más prósperas fue la que precisamente más redujo sus haberes de las aerolíneas regulares. Se trata de Vueling, con un 36% menos de aeronaves (nueve aviones).
Iberia, afectada por la caída de demanda y en plena retirada del aeropuerto de Barcelona, rebajó la flota más de un 9% (12 aviones menos). El accidente del MD-82 de Spanair en agosto, que obligó a las compañías a revisar su flota y renovarla, supuso para Iberia desprenderse de sus ocho MD-87. Spanair redujo de 29 a 15 los McDonnell Douglas que tenía en 2008. Siguieron sus pasos en distinto grado Clickair, Air Europa, Iberworld y Air Comet.
Las únicas compañías que no sufrieron recortes fueron las regionales Air Nostrum, Binter Canarias, Naysa, Islas Airways, Orionair, Andalus, Top Fly, Flylink e Ibertrans.
Y eso no es lo peor. En el sector turístico cunde la inquietud respecto a la capacidad de las aerolíneas españolas para afrontar un repunte de la demanda en los próximos años, ya que cada vez hay menos aviones. Mientras la Agencia Estatal de Seguridad Aérea estudia la posibilidad de que los espacios aéreos militares permitan el sobrevuelo de aviones civiles para acortar trayectos y ahorrar combustible, las aerolíneas buscan desesperadamente refuerzos para mantener su cuenta de resultados. Si desde la agencia trabajan en agilizar la renovación de licencias para no tener muchos aviones sin poder circular, 4.500 profesionales del sector de alta cualificación están sin trabajo. Un panorama que sugiere la imperiosa necesidad de que el Ministerio de Fomento tome cartas en el asunto.
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