Por Fernando Urrea
Madrid. 21/1/11.- Dos días. La Feria de Turismo de Madrid no aguanta el viernes. Esa estructura de dedicar tres días a los profesionales y los dos del fin de semana al público en general parece que ha dejado de funcionar. Los profesionales, empresarios, autoridades y medios de comunicación concentran su trabajo y sus contactos entre el miércoles y el jueves, coincidiendo también con los días dedicados a las Comunidades Autonómicas. Si acaso, se produce algún acto institucional en la tarde del martes y alguna convocatoria tardía en la mañana del viernes, sencillamente porque hay tal concentración de actividades que la agenda no da para más, pero este año ya se ha comprobado que el tercer día de los profesionales no sirve prácticamente para nada. Los asistentes se han marchado la noche anterior para evitar más gastos o aprovechan la mañana para volver a casa. Los pasillos de Fitur se ven vacíos, en los stands solo quedan quienes no tienen más remedio que estar y los únicos contactos son con los buscadores de folletos, regalos y comida y bebida gratis. Probablemente hay que replantearse qué tipo de esfuerzo tienen que hacer las empresas para mantener el intercambio profesional y tres días para atender al público. La mejor feria no es la que más días dura. Quizá sea más rentable y efectiva una feria de bolsillo. Dos días para profesionales y, si es necesario, otros dos para el público.
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