Por Raúl Huerta
Madrid. 19/1/11.- “Se ve mucho más movimiento”. Este es el comentario que está en boca de todos los asistentes a la edición 2011 de Fitur, y es que a diferencia del año pasado, en esta ocasión el sector turístico en pleno se ha volcado en una feria que debe ser más importante que nunca.
A la cita no han faltado los grandes espadas del sector turístico español, desde Gabriel Escarrer a Pablo Piñero, y a aquellos que no han venido se les espera el jueves y el viernes. Todos ellos han podido observar como han vuelto los empujones a los pasillos, los tropiezos, las aglomeraciones y el ambiente ruidoso de voces y megafonía, y no sólo por la visita de la Reina ni la del ministro José Blanco, que son los que han provocado más atascos.
Mientras que la edición de 2010 fue la más triste que se recuerda, en esta ocasión el Sector ha respondido, al menos en cuanto a asistencia. Otra cosa serán los negocios que se cierren durante Fitur. En este sentido, los empresarios ya tienen más dudas y no todos son optimistas, la mayoría prevé un año turístico muy similar al del año pasado. Al menos, Fitur parece que vuelve a brillar con luz propia y eso ya es una señal positiva.
Entre los aspectos negativos, el transporte. Desde hace años, Trapsa, compañía del célebre Díaz Ferrán, es la encargada de fletar los autobuses gratuitos que transportan a los asistentes de Fitur de los hoteles donde se alojan a la feria. Pues bien, uno de ellos, precisamente en el que íbamos varios compañeros de esta publicación, ha estado dando vueltas por Madrid durante una hora y media, sin explicación ninguna. En un momento dado, el conductor se bajó a fumarse un pitillo tranquilamente y muchos pasajeros, más que airados, decidieron bajar y continuar el trayecto en taxi. ¡El conductor se había perdido y no sabía llegar a la feria! Un auténtico disparate, aunque quizás sea la última vez que Trapsa se encargue de este servicio, esperemos.
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