Joan Mesquida se quita de en medio

Por Gabriel Hilton

28/6/10.- Estoy de acuerdo con el análisis que hace mi compañero Bravo sobre Mesquida en la edición de junio de Preferente. No sólo la suscribo de cabo a rabo, sino que considero que se queda corto. Lo dice este firmante que lo conoce de hace años, cuando era funcionario en el ayuntamiento de Calviá.

El secretario de Estado de Turismo se suele “mojar” poco. Poco es mucho cuando le surgen problemas de enjundia. Y eso que ha sido nada más y nada menos que director general de la Guardia Civil y de la Policía.

Joan Mesquida ha caído en su sitio, como si le hubiera tocado la lotería. No hace más que salir fotografiado firmando convenios y actos promocionales. Como si él fuera el director general de Turespeña, tal cual apunta Bravo.

El menor de los ansones, el que hacía campaña para la derecha, se lo ha metido en el bolsillo. Lo lleva por el sarao que aún controla, el de la gastronomía, que en los otros ya hace tiempo que dejó de pintar algo.

Rafael Ansón le ha abierto las puertas de los grandes cocineros. Con él prepara la cumbre mundial de gastronomía. Con ella piensa Mesquida -¿también la vieja guardia de Turespaña?- que recuperaremos cuota de mercado.

Los empresarios y profesionales ‘pata negra’ no opinan lo mismo. Que se lo pregunten sin ir más lejos al veterano Luis Callejón. Este no se corta ni siquiera ante los compañeros de partido en Málaga de JM.

En su afán por la promoción, Mesquida ha intimado con el que está considerado como el más experto de los directores de las oficinas de Turespaña: Ignacio Vasallo. Mesquida es economista pero parece que hubiera estudiado marketing y publicidad.

Y también relaciones públicas. Porque no se pierde un acto del sector turístico en el que haya una cámara. Actos sociales, firmas de convenios, conferencias, clausuras de congresos… Todo aquello que no genera problemas.

Cuando surge algo conflictivo ya no aparece tanto. Por ejemplo, con el IVA hotelero no ha estado muy proclive a las demandas de estos empresarios. Siempre tuvo una gran habilidad para escabullirse de las cuestiones comprometidas.

Mesquida fue el impulsor de la ecotasa,  impuesto que le costó unas elecciones a su partido y la crucifixión de su compañero Alomar. Se negó a que lo suprimieran y ahora alterna con los que combatieron aquel nefasto impuesto.

Vive momentos de gloria y el sector está contento con él. El Sector, como España, es así, aunque se lave las manos con el IVA, Marsans, atentados, etc, etc. Todo sea por la gran cumbre gastronómica. Anson ha probado lo bien que cocina la madre de JM.