Palma. 4/8/10.- Joan Mesquida no estuvo a punto de arrojar la toalla, sino todo lo contrario, cuando Miguel Sebastián le comunicó que Turismo perdía el rango de Secretaría de Estado y volvía a tener categoría de Secretaría General. El político felanitxer hizo lo indecible para convencer a su jefe jerárquico para que unificara Turismo con Comercio y lo colocara a él frente del departamento. Mesquida amagó con irse, pero lo hizo con la boca pequeña.
El por unas horas secretario de Estado no dio el portazo porque le tocó la lotería el día que fue nombrado máximo responsable del Turismo nacional. Era mucho lo que perdía si se iba, decisión que por otra parte le habría encantado a Sebastián y no tanto a sus compañeros de Baleares. Y terminó aceptando el descenso de categoría, que no de sueldo, porque en el Sector ha encontrado un dádiva con la que jamás pudo soñar cuando le ofrecieron el cargo.
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