Mesquida ni va a Deportes ni ha creado una Turespaña B

Por Miguel Mesquida

Madrid. 29/10/10.- Al secretario general de Turismo le dieron un pequeño repaso, pero repaso al fin y al cabo, en un encuentro con dirigentes empresariales, que no empresarios, celebrado hace dos semanas Madrid, y en concreto un ejecutivo que no se muerde nunca la lengua y que dice siempre lo que piensa, por supuesto de forma educada, y ojala otros lo secundarán en esta actitud.

Pero luego volveremos al toque de atención, entre otras razones porque nosotros somos parte activa aunque colateral, y centrémonos en el titular, pues en ambientes de Lázaro Galdiano corre el rumor, un rumor que ha llegado a las cancillerías turísticas, sobre que Joan Mesquida podría ser nombrado secretario de Estado de Deporte en sustitución de Jaime Lissavetzky, candidato a la alcaldía madrileña.

El entorno de Mesquida, y más especialmente el mallorquín, donde radican sus más íntimos, con los que pasa los veranos en barco por aguas de Formentera, dicen a amistades comunes de este digital que no hay nada de eso, que es un simple rumor, pero que Joan está muy bien dónde está y que por mucho que suponga un ascenso —otra vez secretario de Estado— no deja Turismo.

Salvo que… lo hicieran ministro, entonces sí que aceptaría sin rechistar, que por muy bien que esté en la cresta de la ola con los grandes de la cocina (Adriá, etc. etc.), de la mano del menor de los Ansón—el que hacía las campañas del PP, qué cosas— y los grandes del turismo, de su propia mano, que ya se encarga él de llamarlos para contarles cosas a veces interesantes y otras irrelevantes.

Los contrarios de Mesquida, que haberlos haylos, han lanzado otro rumor, éste malintencionado, acerca de la puesta en marcha por parte de Mesquida de una Turespaña B, pues dicen que casi todo lo contrata con gente externa y que no cuenta como debiera con los directores de las oficinas de Turespaña, lo que en unos casos es cierto, los menos, y en otros, los más, nada verdad.

Hablan de contratos de Segitur nada claros y de otras lindezas sin concretar, por lo que nadie da suficiente crédito a estos rumores, como bien dicen en la sede de una secretaría, eso sí, que no ha adelgazado su presupuesto de personal después de la bajada de categoría, sino todo lo contrario, aunque si lo ha hecho en el presupuesto de promoción y otros que no afectan a los funcionarios.

Mesquida va a lo suyo, alterna con los medios de información general que lo ensalzan y premia a los especializados que no le llevan la contraria, ya caigan chuzos de punta, mientras castiga —al Grupo Preferente ni se os ocurra, y así año tras año— a los que como nosotros de vez en vez, cuando se lo merece, se le critica, igual que a cualquier mortal que se precie, que para eso estamos.

Pero en ocasiones alguien más que el Grupo Preferente le canta las cuarenta al más alto cargo turístico que amagó en falso con retirarse y que sigue disfrutando de las dádivas del Estado, a veces incontrolable, y entre ésos se halla un alto ejecutivo de una cadena a la que él se arroga un vínculo que solo tiene en su mente y a cuyo presidente le llama amigo en público, como si tal cosa.

Este ejecutivo, a cuenta de una visita de Mesquida a Turquía, según publica el digital de información general del grupo en Mallorca, le dijo que por qué había tardado tanto en reconocer la importancia como competidor de este país y que no entendía cómo no había ido antes a visitar una zona que le hace pupa a España y que hay que estar más encima en estos y otros asuntos.

En esa reunión también estaban representantes de la patronal CEHAT, pero nos indican que estuvieron muy complacientes, cosa extraña en un Molas que también suele cantarle de vez en cuando las verdades al barquero, aunque como buen ejecutivo -empresario catalán y, además, nacionalista-, mide muy bien los tiempos, en ocasiones de forma muy prolongada.