Madrid.01/07/2007.- Sábado negro para los cielos europeos. El aviso de la existencia de un explosivo en el aeropuerto de Ibiza, que obligó a su cierre durante unas tres horas y media, se juntó con el impacto de un todoterreno en llamas en la entrada de la terminal principal del aeropuerto de Glasgow. Tras este incidente, el Reino Unido elevó su nivel de seguridad hasta 'crítico', el más alto, y que indicaría la inminencia de nuevos atentados, según El Economista. La policía detuvo a los dos ocupantes del vehículo, uno de los cuales falleció debido a las quemaduras del suceso, según informa la CNN que además citó fuentes de la investigación y señala que habría una conexión entre los dos coches bomba encontrados el viernes en Londres y el ataque de la jornada del sábado. Tras el atentado en Glasgow, una portavoz de la policía de Glasgow precisó que el vehículo no penetró el edificio y que el incendio fue controlado.
El ministerio británico del Interior elevó al grado de "crítico" el nivel de seguridad en todo el Reino Unido en respuesta a los últimos incidentes terroristas. El nivel "crítico", el más alto nivel de la escala de seguridad, significa la inminencia de un posible ataque terrorista, según fuentes de la BBC. El ministerio adoptó esa decisión tras una reunión, el sábado noche, del comité Cobra, grupo interministerial creado para hacer frente a emergencias nacionales, presidida por el nuevo primer ministro, Gordon Brown. Por su parte, Estados Unidos ha incrementado la presencia policial en sus aeropuertos ante este incidente, elevándose el nivel de alerta hasta "naranja" en los mismos, aunque ha precisado que se trata de una medida de seguridad ya que no hay una amenaza concreta para el país, según declaraciones de Tony Snow, portavoz de la Casa Blanca. Previo al ataque en Glasgow, la sombra de la amenaza de ETA se puso de manifiesto tras el falso aviso de la existencia de un explosivo en el aeropuerto de Ibiza, en el primer día de las vacaciones de julio, que obligó el sábado por la mañana a cerrar unas tres horas y media la terminal, evacuar a unas cuatro mil personas y desviar o cancelar 49 vuelos, lo que afectó a más de 13.000 pasajeros. La Delegación del Gobierno en Baleares informó de que sobre las 12:15 horas del sábado, la Guardia Civil de Guipúzcoa tuvo conocimiento de sendas llamadas anónimas al diario Gara y la DYA que avisaban de la existencia de un explosivo en las inmediaciones del aeropuerto, que estallaría 45 minutos después. Simultáneamente, otro comunicante anónimo llamó al Diario de Mallorca, en Palma para dar el mismo aviso. El aviso obligó a cerrar el aeropuerto a las 12:30 horas, a evacuar a los pasajeros que se encontraban en la terminal, cortar los accesos a las instalaciones por carretera e instalar un mando avanzado médico para atender posibles urgencias. Los pasajeros formaron una larga cola a ambos lados de la carretera del aeropuerto, que llegó a ocupar varios kilómetros de longitud, y a los que cincuenta voluntarios de Protección Civil suministraron agua para mitigar el fuerte calor reinante.
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