A vueltas con los precios

Por Vivi Hinojosa

8/4/11.- A estas alturas nadie duda que, ante cualquier incidencia externa que debilite los flujos turísticos, lo más rápido, y lamentablemente más habitual aunque con peores consecuencias, es tirar los precios para reactivar la demanda. Pero si la estrategia es de rápida ejecución, sus efectos sin embargo se alargan en el tiempo y nunca se sabe a ciencia cierta cuándo se podrán recuperar.

Por ello me ha sorprendido la firme decisión de Túnez de no recurrir a lo de siempre y las razones esgrimidas por la directora de su Oficina Nacional de Turismo para España y Portugal, Leila Tekaia. Según sus propias palabras, “tras el 11 de septiembre bajamos los precios pero hemos aprendido la lección y no lo vamos a volver a hacer porque falsearíamos el mercado, perjudicando al resto de destinos de la Cuenca Mediterránea con los que queremos ser solidarios”. No habrá reducciones de precios, pero sí tarifas promocionales, tanto del destino en sí y sus proveedores turísticos como de su línea aérea de bandera, Tunisair, con el fin de reactivar el mercado. Curiosamente, y ante una pregunta de los periodistas y agentes de viajes presentes en la rueda de prensa, que les aconsejaba seguir los pasos de Egipto en este sentido, Tekaia se ha mostrado categórica al afirmar que “no podemos seguir la política de otros destinos como Egipto porque no tenemos los mismos recursos”.

Es más, y a tenor de lo que se escuchó en la citada convocatoria, parece ser que Túnez va a aprovechar este punto de inflexión para apostar por un turismo de calidad y no tanto de cantidad, segmentando su oferta por productos y regiones. La demanda, aunque aún miedosa, está con ellos, a pesar de que hay voces que señalan que este verano será el de la recuperación y otras más pesimistas, auguran que tendrán que esperar a octubre para poder apreciar los primeros brotes verdes en el emisor español. Antes o después, si se mantienen firmes en su decisión de no caer en una guerra de precios, habrán recorrido un largo trecho del camino de la recuperación. El tiempo dirá si sus responsables, tanto públicos como privados, son capaces de resistir la tentación.