Al final la sangre no llegará al río

Por Raúl Huerta

Madrid. 10/11/10.- Los hoteleros han firmado finalmente con Thomas Cook un pacto de no agresión en la feria de Londres. De esta manera el touroperador evita a la justicia, a la que estaban dispuestos a llevarle los hoteleros españoles, y éstos acabarán cobrando el 5% que les había descontado sobre la facturación de los meses de verano, aunque será el año que viene y en varias facturas. Además, Thomas Cook ha anunciado que ampliará las plazas ofertadas en nuestro país un 5% (lo que supone unas 400.000 pernoctaciones más) y un compromiso de buenas intenciones por el cual no volverá a tomar una decisión tan drástica como ha sido la del recorte sin contar con los hoteleros. En definitiva, parece un buen acuerdo para los empresarios españoles. De hecho, demasiado bueno según estaban las cosas. No sólo les devolverán el dinero, sino que el año que viene tendrán más clientes. ¿A qué se debe esta marcha atrás del touroperador inglés? Pues seguramente, simulando una partida de póker, se ha ‘tirado’ un farol. Convencido de su fuerza, creía que los hoteleros aceptarían por tener las manos atadas, porque no querrían perderle como cliente. Sin embargo, por una vez, y sin que sirva de precedente, el sector hotelero español ha ido a una, menos el consejero de Turismo de Menorca que se lavó las manos. Esta unión, con el liderazgo de la Hosbec, la patronal más combativa, ha conseguido la marcha atrás de Thomas Cook. Primero anunciaron que llevarían el tema hasta el Tribunal de la Competencia y después ellos mismos jugaron bien sus cartas al señalar que ya estaban trabajando en nuevas vías de negocio para atraer turistas por su cuenta dejando a un lado a las mayoristas. Ante esto, a Thomas Cook no le ha quedado otro remedio que dar marcha atrás. Seguro que no se esperaba una unión y una lucha tan fuerte de los hoteleros españoles que han dado una lección al resto de sectores y a los hoteleros de otros países, ya que el recorte no sólo era para España sino también para otros mercados, pero han sido los empresarios españoles los que han levantado la voz. Desde aquí, mi enhorabuena. Pero al mismo tiempo les diría que no dejen caer esta lección en saco roto, que seguro que Thomas Cook tiene nuevas cartas bajo la manga -¿bajar los precios?- y que mantengan esta unión y esta lucha en el futuro. De esta manera a todos les irá mucho mejor.