Cómo ha cambiado el cuento

Por Raúl Huerta

Madrid. 12/08/10.- Quién le iba a decir a los principales destinos turísticos españoles que un día dependerían del overbooking en Turquía y Egipto para llenar sus hoteles. Pues eso ya está ocurriendo este año y será la tónica del futuro a no ser que cambien mucho las cosas. Pero el problema irá a más ya que ambos destinos mediterráneos tienen sendos planes para aumentar su planta hotelera. Han aprendido de España y saben qué buscan los turistas: sol y playa (eso de que ha pasado de moda no se lo cree nadie), grandes resorts para ir con la familia, con comodidades, con actividades complementarias como buceo y todo a bajo precio. Una vez que han conseguido colgar el cartel de completo, el siguiente paso es crear más infraestructura, esto significa nuevos hoteles que conseguirán que sea más difícil el overbooking. Por lo tanto en unos años todos los turistas que quieran ir a estos destinos lo podrán hacer y España se verá superada por izquierda y derecha por estos gigantes que avanzan a un ritmo mucho mayor. Parece lejos, pero no tanto. Mientras, en España, el futuro no se presenta nada halagüeño. Los principales destinos, léase Mallorca, Tenerife o Costa del Sol, están cada vez más obsoletos. Y el Gobierno mira para otro lado. A Mesquida se le ha escuchado mil veces decir que Egipto y Turquía no son nuestra competencia. Eso sería cuando el viajero acudía a Egipto a ver las pirámides exclusivamente o a Turquía a disfrutar de Estambul. Pero los tiempos han cambiado y destinos como Hurghada, Marsa Alam o Sharm el Seikh –en Egipto- y Fetihye, Kusadasi o Antalya –en Turquía- están ahora de moda. A Mesquida también se le ha escuchado decir que el sol y playa ya no es lo que era, que ahora hay que diversificar. Sin embargo, cuando acabe el año, serán los turistas de sol y playa que han venido rebotados de Egipto y Turquía, los que salven los números, y entonces el ex secretario de Estado dirá aquello de que “no estamos tan mal”. Quizás, Sr. Mesquida, no estemos tan mal ahora. Pero sin ayudas y sin atención, nuestros destinos irán a peor. Y el paraíso español dejará de ser tal para los turistas alemanes y británicos que, escuchando sus propias recomendaciones, “hay que promover más el binomio turismo-gastronomía”, optarán por el kebab y el Tabbouleh.